Isma Piñera, exentrenador del Sporting Juvenil de División de Honor y exjugador: «El Sporting necesita estabilidad y sobre todo en la cantera»
«Paseas por Gijón y cada vez hay más furgonetas del Real Oviedo por la ciudad. Si no somos capaces de retener a los de aquí, algo estamos haciendo mal»
Isma Piñera (Gijón, 1977) llegó a Mareo con quince años procedente del colegio La Inmaculada. Escaló como jugador hasta hacer 110 partidos con el primer ... equipo y, después de retirarse y trabajar como auditor, regresó a su casa en 2012 para integrarse en la estructura de la cantera del Sporting de Gijón. Entrenador de diferentes equipos, incluido el filial en Segunda B, secretario técnico, el miércoles conoció que no seguirá en el club después de haber cuajado una buena temporada al frente del juvenil de División de Honor. Sin rastro de resentimiento en sus palabras, agradeciendo las muchas muestras de apoyo que sigue atendiendo, charla con este periódico para explicar su visión del club y de su gran tesoro: la cantera.
–¿Cómo se siente?
–No lo esperaba, es una sensación rara. Haciendo las cosas bien, en un año en al que el club, por desgracia, pocas cosas le han salido, estando al cargo del División de Honor, que ha sido una de las pocas excepciones, que te digan que no sigues me parece cuando menos sorprendente.
–¿Hubo alguna explicación a su salida?
–No. Lo que me comentó Israel Villaseñor es que no había ningún motivo, ni de resultados, ni de jugadores, ni quejas personales. Solo que hacían cambios. Cuentan con otra gente y ya está. Yo no encuentro una explicación, pero sabemos cómo funciona el fútbol. Solo me queda acatarla, aunque piense que pueda ser injusta por el momento en el que se da porque vienes de hacer una buena temporada y de que los chavales crezcan. Estamos con unas generaciones que, si se llevan por un camino correcto, se pueden ver en El Molinón. Ahora toca pasar página.
–¿Se siente dolido tras 25 años en el club?
–No lo sé. Cuando llegaron (la nueva propiedad) hubo muchos cambios, parecía que había que echar a gente porque estaba con la propiedad anterior, gente válida. Parece que nos cuesta valorar a la gente de casa, también a los que son de aquí. Es algo que o somos capaces de cambiar o va a ser difícil que nos vaya bien. Casi siempre que nos ha ido bien fue con gente de aquí, sin hacer de menos a los que vinieron de fuera, que han dado mucho al Sporting. Hay que valorar más a los de aquí y a la cantera, que siempre fueron los que sacaron las castañas del fuego, tanto en el campo como fuera en los momentos difíciles.
–Ha vivido el cambio de propiedad. ¿Varió mucho el método en la cantera?
–Hay demasiados cambios, el Sporting necesita estabilidad y la cantera sobre todo. No se pueden ver resultados de jugadores en dos, tres años. Hace falta tiempo. Hay cosas que veo que no pueden suceder en la cantera del Sporting. Paseas por Gijón y cada vez hay más furgonetas del Oviedo pasando por la ciudad, algo que no puede suceder. Si no somos capaces de retener a los jugadores de aquí, algo se está haciendo mal.
–¿Por qué sucede?
–No es algo que pueda responder. También se lee que hay descontento con el trato y la valoración de los jugadores. Varios futbolistas de los que he tenido se van a ir este año y eso me produce cierta tristeza. Ves la progresión de jugadores con opciones de llegar al primer equipo y en juveniles se marchan. Eso es que algo se está haciendo mal. A eso me refiero con cuidar, dar estabilidad e invertir en la cantera.
–¿Ha entendido el Grupo Orlegi lo que significa la cantera?
–Lo que es cierto es que ha habido cambios, se han creado equipos como el Sporting C y ha venido gente de fuera. Tienen una forma de trabajar que el tiempo dirá si es la correcta.
–¿Se ha desnaturalizado Mareo?
–Hay que evolucionar, no es como en mi época de jugador. Las fronteras se han abierto. Que haya gente de fuera no es negativo, pero deben tener un nivel alto, mejorar lo que hay. Si no lo hacen y ejercen un tapón, no se está haciendo bien. Cada vez hay menos niños en Asturias y si añadimos que hay que dividir entre dos porque están Sporting y Oviedo, hay que hacer muy bien las cosas. Que vengan de fuera nunca va a ser un problema si es para dar un salto de calidad.
–¿Ha habido muchos casos que no han mejorado el nivel?
–No es solo la mejora del nivel. Los jugadores que han llegado han notado mucho la exigencia en entrenamientos y competiciones. Ha habido muchas lesiones en ese aspecto de los que han venido de fuera y es algo que deberá analizar el club.
–¿La llegada de jugadores foráneos ha supuesto un tapón para los que llevaban años en la estructura?
–Siempre he tratado de ser justo. Si eso les exige aumentar su rendimiento, lo veo correcto. El tema es, si cuando el club estudia los ascensos de futbolistas, entra a valorar otros aspectos. Tenía mi valoración, que comunicaba al club y eran ellos los que decidían. Este año, en el División de Honor, solo hubo un jugador de México. Disfrutamos y ojalá muchos puedan llegar al primer equipo. Eso es por lo que trabajamos. Les deseo la máxima suerte.
–¿Pesa más ahora el potencial desarrollo físico de los chicos a la hora de captarlos?
–No lo sé, no intervenía en captación. Yo ficharía a los buenos. Trabajé en secretaría técnica para el primer equipo y no me fijaba solo en el físico. El fútbol permite todos los perfiles. Nos dedicábamos a entrenar a los jugadores que teníamos.
–¿El Sporting C, en Primera Asturfútbol, tiene sentido?
–Lo tiene si el Sporting Atlético está en Segunda RFEF, de modo que el C esté en Tercera y no haga falta que tras juveniles salgan del club. Me cuesta ver la Primera Asturfútbol como un paso que permita evolucionar a los jugadores para llegar al primer equipo. Dicen que les viene bien ese fútbol, pero no sé si es tan necesario.
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