Rubén Albés: «Sin precisión no hay velocidad»
El entrenador rojiblanco reclama pases certeros y controles orientados para desarrollar un modelo de juego ofensivo basado en el ataque de los espacios
El Sporting es un equipo en construcción. El área de Gestión Deportiva trabaja para completar una plantilla a la que deben sumarse nuevos jugadores mientras Rubén Albés perfila sobre el campo la idea de juego de cara a la temporada que comenzará para los rojiblancos el 18 de agosto. Quedan muchos entrenamientos y varios partidos hasta que llegue la fecha, pero los dos amistosos que ha disputado el equipo (victoria contra el Marino, derrota ante el Celta) permiten ver ciertos conceptos que parece serán pilares del juego rojiblanco en la próxima campaña.
El modelo del vigués apunta a algo similar a lo que ya hizo con el Lugo y el Albacete. Bajo su mando, se convirtieron en equipos verticales y profundos. Expertos consultados apuntan que una de las claves para conseguirlo es la velocidad, tanto del balón como de las transiciones. En los catorce días que Albés lleva al frente del Sporting, hay una consigna que se repite de forma constante a los jugadores. «Sin precisión no hay velocidad». Muchos de los ejercicios que se han podido ver hasta ahora en las sesiones de preparación se orientan en esta dirección. El técnico insiste mucho en la necesidad de que los pases sean tensos y precisos, y en lanzar a los compañeros enviándoles balones al espacio en ventaja. Esa precisión la reclama también Albés en la recepción del balón, con varios ejercicios en los que los controles orientados y la elección del momento justo para llegar a ellos son el objetivo.
La puesta en práctica de esta preparación se pudo ver ya en los dos amistosos disputados. El Sporting trata de ser un equipo veloz que gana los espacios, más que ocuparlos. Las caídas al centro de los dos extremos, cubiertos en primera instancia por Gaspar Campos y Juan Otero, son habituales, tanto para dejar espacios a los laterales como para conducir hacia dentro buscando incorporaciones en carrera en la banda opuesta.
El papel de Jordy Caicedo, jugador en racha en esta pretemporada sumando ya tres goles, es importante en el esquema de Albés. Con un Sporting acostumbrado a las rupturas hacia los laterales de sus delanteros, que tenían mucha movilidad y a los que era frecuente ver bajar para recibir, el rol del ecuatoriano apunta más a un nueve puro. El sistema más utilizado hasta ahora por Albés, el 4-3-3, cuenta con un único punta que no parece moverse mucho del frente de la portería, fijando a los centrales. Aunque se le ha visto jugar de espaldas para descargar, Caicedo ha destacado hasta ahora por ser un referente en las inmediaciones del área y dentro de ella. A la fijación de la defensa contribuyen también los movimientos hacia dentro de los extremos para facilitar la incorporación de los laterales y compañeros de segunda línea, apuntan los mismos expertos.
La defensa también introduce cambios. La posición inicial de los laterales no ha sido hasta ahora demasiado adelantada. En la pasada campaña era habitual ver a José Ángel Valdés 'Cote' por delante de la línea del centro del campo cuando el equipo salía con el balón desde atrás, con Pascanu jugando como tercer central en esos momentos. Ahora, la posición inicial de los zagueros de banda no parece tan adelantada. La idea parece más la de incorporarse al espacio, no ocuparlo de partida. Otro rasgo que se ha podido apreciar es que cuando uno de los laterales se lanza al ataque, el otro compensa la línea defensiva haciendo vigilancias para no dejar solos a los centrales.
Una variación en la fase defensiva que apuntan los expertos consultados es la posición del pivote, que se incrusta entre los centrales cuando el equipo se echa atrás, pero sin fijar marca, tarea que queda para los especialistas en la zona. En la salida de balón, el futbolista que ocupa esta posición, hasta ahora Lander Olaetxea de inicio, ayuda en la transición al ataque, partiendo con una línea de tres.
El sistema está en fase trabajo y asimilación, aunque lo que parece claro es que el Sporting va a ser un equipo que someta a mucha presión al rival. Ante el Celta, club de superior categoría, el Sporting trató de ahogar la salida de balón con una presión alta e intensa. El ejercicio de esta presión tras pérdida también es muy intenso, apuntan los expertos consultados.