«No se puede salvar nada de la etapa de Garro en el Sporting, hay que sacar la excavadora y aplanar»
Varios clubes de Gijón cargan contra la anterior dirección en un contexto en el que al menos ocho niños de la ciudad juegan en el Real Oviedo
El Sporting pretende darle un importante giro a su cantera después de los tres años de gobierno de Óscar Garro y Pedro Ménendez, puestos al frente tras la compra del club por parte del Grupo Orlegi. La contratación de Felipe Vega-Arango y Emilio Gutiérrez, nuevos responsables de Mareo, llega después de una etapa en la que se ha generado un descontento notable entre los equipos de Gijón, la principal cantera de la cantera. El trabajo que les queda por delante es ingente, con muchos puentes por reconstruir, como reconocen los responsables de varios equipos importantes de Gijón. «No se puede salvar nada de esta última etapa, hay que coger la excavadora y aplanar», afirma contundente Víctor Manuel Martínez, presidente de El Arenal.
Relaciones en la ciudad
«Hay un desarraigo total con los clubes de Gijón»
Los clubes de Gijón han sido tradicionalmente la principal fuente de la que ha bebido el Sporting para nutrir Mareo. La entidad rojiblanca elegía y se llevaba a los futbolistas, con unas contraprestaciones económicas establecidas por convenio. El mecanismo sigue siendo muy similar, pero los clubes de la ciudad echan en falta el trato y los guiños de antaño. Incluso dar un paso adelante y buscar una «integración total. Deberíamos tener un poco más de atención. En lo deportivo, necesitamos más colaboración, y ellos tienen los medios. Hubo muchas reuniones, pero vacías de contenido», expone Gonzalo Llano, presidente del Veriña, quien lleva los problemas de la cantera del Sporting hasta varios años más atrás. La subida «masiva» de futbolistas a Mareo, muchos de los cuales acaban sin jugar, es otro de los focos de crítica. «No se puede hacer peor. Te quitan a los chicos y no saben qué hacer con ellos», apuntan desde otro de los clubes de Gijón. Al que consideran un alto número de futbolistas llamados a entrenar con el Sporting suman las dificultades para que aquellos que no cuentan para las plantillas rojiblancas regresen a sus equipos. «Hay que alimentar a los clubes de Gijón con los niños que no juegan en Mareo», expone Gonzalo Llano.
Compromisos y metodología
Las urgencias de los nuevos responsables
Felipe Vega-Arango y Emilio Gutiérrez llevan menos de un mes en el cargo y ya han podido conocer de primera mano algunos de los problemas que deberán tratar de resolver. La configuración de las plantillas ha sido una de sus primeras urgencias, un proceso condicionado por los compromisos adquiridos por la anterior dirección. El Sporting ha tratado de dar pocas bajas con la intención de no perjudicar a los equipos de la ciudad captando a muchos de sus jugadores. El planteamiento en Mareo es ahora cambiar la metodología de trabajo, regresando a un modelo más parecido a lo que había antes de la llegada de Óscar Garro y Pedro Menéndez.
Captación
«Querían jugadores grandes, listos y finos»
La política de captación del Sporting ha sido puesta en entredicho en los últimos años. Según reconocen los responsables de los clubes de Gijón, la entidad rojiblanca tenía querencia por el potencial físico de los futbolistas, con una valoración menor del puro talento. «Los quiero grandes, listos y finos. Es algo que escuchabas mucho», sostiene Víctor Manuel Martínez. Gonzalo Llano pone el ejemplo de un jugador de su club que acabó en Mareo. «Teníamos un jugador normalín y lo llevaron porque destacaba en su categoría. Por el físico podía jugar, pero ese chico no va a tener el desarrollo suficiente». Los clubes gijoneses echan en falta una selección más fina, con un mayor seguimiento de los jugadores. «A mí siempre me llevaron a los mejores. Ahora traen menores de fuera y no tengo problema en que sea así. Pero, ¿de qué vale que te lleves el talento de Gijón si los tienes viendo partidos o recogiendo balones?», apunta Víctor Manuel Martínez.
Competencia
«Lo de las furgonetas del Oviedo por Gijón es cierto»
El vivero de jóvenes futbolistas más próximo para el Sporting es Asturias. En este territorio cuenta con un fuerte competidor, el Real Oviedo, que ha dado pasos adelante en los últimos años. Los resultados de los equipos de cantera son nítidos, con preponderancia de los azules en casi todas las categorías. En Gijón se ve además como una anomalía que niños de la ciudad, apoyados por sus familias, acaben en la capital del Principado después de desechar la opción de Mareo.
El problema, creen desde los clubes de la ciudad, no está en las instalaciones, el Sporting cuenta con unas infraestructuras mejores que las del Real Oviedo, sino en la forma de trabajar. «Hay mucha diferencia entre unos y otros, sobre todo en la cortesía. Para entrar en una casa hay que saber cómo», apunta Víctor Manuel Martínez.
Los clubes consultados coinciden en que el conjunto azul lleva varios años haciendo las cosas mejor que el rojiblanco. «Primero pican a la puerta del club y luego se ponen en contacto con los padres. Vienen y se presentan con un saco de balones, por ejemplo». En el Veriña saben lo que es que jugadores suyos se vayan al Real Oviedo. «Su cantera funciona muchísimo mejor. Están ganando por la mano porque le prestan más atención e invierten más en profesionales. Lo de las furgonetas en la ciudad, es cierto».
El propio nieto de Víctor Manuel Martínez, de doce años, juega ahora en el Real Oviedo después de pasar por el Sporting. «Tuvo un problema en el vestuario y no se investigó. Contaban con él, pero se volvió al Arenal y este año se fue al Oviedo. A partir de ahí tomaron acciones contra nosotros». Desde otro club de la ciudad apuntan que el Real Oviedo «ficha lo que necesita, no lo que destaca. Quizá estén trabajando mejor. Lo que les prometen les convence mejor que lo del Sporting».
En el Llano 2.000 también han notado la marcha de futbolistas. «Hace dos años marcharon tres o cuatro al Real Oviedo. Este año no se fue nadie», afirma Marcelino Javier Álvarez, presidente de esta entidad, quien prefiere no valorar la etapa de Óscar Garro y Pedro Menéndez. «Eso tiene que hacerlo el Sporting. Últimamente teníamos buena relación y estábamos estudiando volver al convenio».
Consejos
«Hay que poner pies en tierra y hablar con todos»
La labor de Felipe Vega-Arango y Emilio Gutiérrez no será solo deportiva. A los nuevos responsables de Mareo también les tocará restañar las heridas abiertas en los últimos años. «Hay que poner los pies en la tierra y hablar con todos para ver cómo quedó el terreno y crear una relación de cordialidad», mantiene Víctor Manuel Martínez. Gonzalo Llano resume su sentir con una escueta frase. «Pasar de nada a poco es un momento».
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