Punto de locura del Sporting en Albacete

Revolucionó Albés la alineación para enfrentarse al Albacete. Y se equivocó. Se atrevió a dar descanso a futbolistas que tienen que jugar siempre que estén disponibles y lo terminó pagando. Todo ello después de que el inicio del choque fuera arrollador por parte de los asturianos.

Campuzano y Otero dispararon con puntería. El delantero fue titular y volvió a demostrar que es el futbolista con más gol de la plantilla. Encontró un balón muerto en el área y no dudo en encontrar el espacio necesario para cargar su pierna izquierda.

No se quedó atrás Otero con una falta en la frontal del área. La lluvia le ayudó. Fue listo. Golpeó al poste del portero y cuando su disparo tocó el césped se convirtió en un balón imparable para Lizoain.

Se las prometía muy felices el Sporting. La primera media hora se encontró como si estuviese en El Molinón. El Albacete tardó en despertar. Desaparecido en combate, los rojiblancos se confiaron y dejaron que los locales comenzaran a creerse que la remontada era posible.

Un remate de Maras lo detuvo Lizoain y el poste. Pudo hacer sido el tercero de la tarde antes de que llegara el descanso. Fue la antesala a la locura manchega.

Yáñez cometió errores de bulto, pero también salvo a su equipo. Difícil de explicar. Ya en la primera mitad salió mal a por un balón en alto y Campuzano salvó el gol desde la misma línea de gol. Ver para creer.

Lo que nadie se podía esperar es que a tres minutos del descanso volviera a equivocarse. Calculó mal la salida y se llevó por delante a Quiles, que marcó antes de recibir el golpe del guardameta.

El descanso llegó para intentar dar alas al Sporting. Era necesario porque lo que sucedía en el terreno de juego no invitaba al optimismo.

La sensación cuando comenzó la segunda parte fue que los rojiblancos iban a necesitar marcar otro gol para salir vivos del Carlos Belmonte. Y fue lo que sucedió.

Albés intentó corregir sus errores dando entrada a Pier y Guille Rosas. La pareja Maras y Kevin no estuvieron afortunados con el balón en lo pies y el Sporting lo notó.

El centro del campo formado por Gelabert, Méndez y Olaetxea desapareció. El paso de los minutos pudo con ellos. El cansancio físico y la fatiga dejó grogui a un Sporting que se defendió como pudo. Mal y con fortuna.

El Albacete empató con un gol de Quiles. Un milimétrico fuera de juego libró al equipo de Albés. Es de esos fueras de juego que te tienes que creer porque en Segunda División no hay cámaras suficientes para mostrar una buena toma.

La fortuna sonrió al Sporting en toda la segunda parte. Fue un milagro que se puntuara en Albacete, pese a los dos goles del primer tiempo de Campuzano y Otero.

El empate lo hizo Ricky cuando aún quedaban 10 minutos para el final. Un disparo por la derecha al que no pudo hacer nada Yáñez. Otra vez se tuvo que tirar la línea de fuera de juego, pero esta vez Olaetxea habilitó al atacante rival.

En medio del vendaval, el Sporting se encontró con un gol en propia portería de Jon García. ¡Ver para creer! Cuando los rojiblancos estaban muertos se encontraron el tercer tanto de la tarde. Justo después de que Yáñez hiciera una parada milagrosa.

Pese al tercer gol, Albés no puedo controlar el caos. Perdió el sentido del juego tanto en ataque como en defensa. Y de nuevo un error defensivo castigó a los rojiblancos. Yáñez salió a por un balón aéreo, pero Róber Pier no se apartó y desvió el esférico. Fidel no perdonó.

El empate es bueno. Sumar fuera de casa siempre es positivo, pero la imagen de en el Carlos Belmonte es preocupante. No se puede perder los papeles como lo hizo el Sporting en Albacete. Una locura que duró 100 minutos.