Las puntuaciones de Manuel Rosety a los jugadores del Sporting de Gijón frente al Málaga

Lo de siempre. Los groseros errores defensivos impidieron al Sporting de Gijón puntuar en La Rosaleda frente a un vulgar y entusiasta Málaga. El primer tiempo fue un justificante de la situación de los dos equipos en la clasificación. La novedad en la alineación fue Pablo García en el lugar de Cote, con Diego Sánchez defenestrado por Garitano, sin saber de qué juega. Guille Rosas aprovechó la oportunidad para enseñarle al míster que es el mejor lateral derecho de la plantilla.

El partido fue igualado, con alguna laguna en el centro de la zaga gijonesa, pero con cierta superioridad en el centro del campo. En el plano ofensivo se vieron detalles aislados de los gijoneses, con destellos de Gaspar y Gelabert y una aceptable participación de Nacho Méndez. Muchos tiros lejanos, pero sin fortuna. El Málaga inquietaba en los saques de esquina, conocida la endeblez rojiblanca en defensa. El segundo tiempo empezó con dominio y presión malacitana. Se niveló cuando reapareció Gelabert, quien inició la jugada del gol de Otero, asistido por Guille Rosas, pero el palentino fue sorprendentemente relevado para ingeniar una defensa de cinco que no venía a cuento. Garitano descompensó el equipo. Se lució. Pablo García y Róber Pier, en el primero, y Diego Sánchez, en el segundo, colaboraron con el triunfo malagueño.

Marcó un extraordinario gol y participó en otras acciones interesantes. Alternó el eje del ataque con la banda, pero tuve más peligro adelante.

No tuvo demasiado trabajo. Un par de intervenciones en la portería y algunas salidas con decisión y seguridad. En los goles estuvo vendido.

Cubrió su parcela con agresividad y anticipación. Se sumó esporádicamente al ataque. Fue el defensa más en entonado del partido.

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Potente en el juego aéreo. Exhibió contundencia, pero con algún despiste posicional. Sin suerte en las estrategias ofensivas.

En el primer gol perdió la posición. Ya en la primera parte cometió algún error grosero en el pase, con imagen de fragilidad. Blando

En el primer gol hizo un absurdo marcaje a distancia. Tuvo bastantes problemas, con irregular contundencia. Una pena el gol anulado.

Empezó con un tono aceptable en el primer tiempo, con un estilo participativo. Tras el descanso se apagó, sobre todo tras el desbarajuste de Garitano.

Se limitó a una función de contención, sin ninguna prestación ofensiva, con un tono simplemente práctico. Mejor en el primer tiempo.

Tuvo destellos en el primer tiempo, con movilidad dentro de un estilo poco incisivo del equipo. Ensayó el disparo desde lejos sin fortuna.

Puso los mejores detalles de construcción de juego. De sus botas salieron las mejores asistencias. Inició la jugada del gol. Un relevo incomprensible.

Estuvo dinámico en el primer tiempo, con movilidad y algunos cambios de posición, con un estilo entusiasta, pero sin apenas pisar el área. Cumplió.

Salió para completar una defensa de cinco. Estuvo despistado en el gol de la victoria malaguista. Dio imagen de estar descentrado.

Cumplió, sin más. Intentó cosas, pero no acabó nada. Intentó revolver algo por la zona derecha, con más voluntad que acierto.

Entró para el tiempo de añadido, sin apenas opciones de intervenir, con el equipo descompensado, atropellado y sin ideas.

Puso voluntad. Es lo único que podía hacer en una fase alocada, con excesivas prisas y demasiado desbarajuste. No daba para más.

El planteamiento inicial estuvo justificado por la ligera superioridad. Con el relevo de Gelabert y una absurda defensa de cinco desarmó el equipo

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