El Sporting de Gijón no da para más

Rubén Albés no tiene el equipo que desea. Y Orlegi no parece que le vaya a dar lo que pide. Ya solicitó dos incorporaciones para esta semana y no le llegó ninguno. Mientras sus directivos pasaron unos días de convivencia en Estados Unidos, el primer equipo preparó el duelo ante el Elche con lo puesto.

Además de las cuatro bajas por lesión, Albés tan solo se fió de 14 futbolistas. No aguantó los cambios en un duelo en el que medio equipo terminó fulminado sobre el terreno de juego. Un hecho preocupante que hace saltar las alarmas si lo que se quiere es que los rojiblancos luchen por un puesto en el 'play off' de ascenso a Primera División.

El Sporting no empezó mal el partido. Se enchufó con El Molinón y estuvo muy activo en ataque en el primer cuarto de hora. No disparó entre los tres palos, pero la primera impresión fue muy positiva ante el mejor equipo del momento en Segunda División.

El Elche intentó hacerse con el balón y el Sporting se lo cedió. Fue un momento de impás antes de que los rojiblancos volvieran a subir una marcha más al encuentro. En el último cuarto de hora el gol de Guille Rosas hizo justicia. Encontró el gol con una llegada al área desde el costado diestro. En toda la primera parte estuvo muy adelantado, casi marcando al hombre, lo que impidió a los ilicitanos sentirse cómodos sobre el terreno de juego.

El descanso fue mejor para Sarabia que para Albés. Nada tuvo que ver la segunda mitad con la primera. El Elche fue mejor, tuvo el control e intento generar más peligro en el área rojiblanca. Cierto es que el Sporting comenzó a sufrir cuando se le acabaron las pilas.

Los hombres de Albés intentaron encontrar un contragolpe letal cuando recuperaban el balón, pero arriba nadie estuvo acertado. Todo era demasiado precipitado, lo que hizo que los pases fueran en su mayoría defectuosos.

Con El Molinón animando a pleno pulmón llegó el tanto del empate. En el último minuto. En un centro al área que supuso un nuevo error defensivo del Sporting. El equipo ya estaba roto. No le iban las piernas. Albés hizo tan solo dos cambios y pagó cara su desconfianza con una parte de la plantilla.

En medio del caos, con un tiempo añadido de cinco minutos, el Sporting pudo ganar. ¡Vaya que si pudo ganar! Nacho Martín encontró el hueco en el área rival para rematar directamente fuera. No estuvo acertado en su remate.

Lo que pocos se esperaban es que en la última jugada del partido, con el Elche con un hombre menos por la expulsión de Rashani por una dura entrada sobre Gelabert, Róber Pier cediera el balón con el pecho a Campuzano dentro del área. El Molinón se congeló para ver cómo el delantero estrelló el balón en el poste. Tras su remate, se acabó el partido.

Nada le sale a un equipo que lleva desinflándose desde hace meses. La cruda realidad no invita a ser optimista con este Sporting. Albés lo intenta y los futbolistas también, pero no se pueden inventar jugadores. La plantilla da para lo que da. Y más si el entrenador no ve más allá de poder utilizar a quince jugadores.

La pelota está en el tejado del Grupo Orlegi. Dos refuerzos es lo mínimo que se le pide a un grupo que quiere, según dicen, confeccionar un equipo ganador. Visto lo visto, la realidad no supera las promesas.