«Toño trabajaba en el Sporting porque amaba al club; es una eminencia»

Así encajaba la noticia Marcelino: «Me parece una medida poco inteligente prescindir de un traumatólogo con tal prestigio nacional e internacional, demandado por los grandes clubes para tratar a sus estrellas y, por tanto, me sorprende la decisión. Creo que era un lujo para el Sporting tener un médico de tanta relevancia mundial y, además, tan importante para el diagnóstico y tratamiento de lesiones».

«Estoy muy sorprendido porque sé qué significa Antonio Maestro en el fútbol. Hablo primero de lo personal; Toño es una persona muy reconocible en Gijón y se me hace difícil hablar de él cuando va a dejar el club porque es como mi padre», sentenciaba el inolvidable Mate Bilic. «Toño trabajaba en el Sporting porque amaba al club, porque es un profesional tremendamente respetado a nivel nacional e internacional. Es una sorpresa muy grande y una pena. No creo que exista una persona en Gijón a la que Antonio no haya ayudado», agregaba.

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«Aunque para mí el doctor De la Fuente será siempre insustituible, solo puedo felicitar a Toño por su sportinguismo, por el trabajo que ha hecho siempre, que me parece excepcional, porque además coincidimos mucho cuando yo estaba en el Zaragoza», recordaba Óscar Celada, exfutbolista del Sporting, médico del Atlético y, también, de la Selección. «Compartimos temporadas exitosas en momentos difíciles... El doctor, siempre en mi equipo», agregaba Emilio de Dios, exdirector deportivo del Sporting y, en la actualidad, secretario técnico del Sevilla.

«No tengo ni idea de las razones del adiós», prolongaba el exrojiblanco Javi Fuego, repitiendo la palabra «referente nacional e internacional». ¿Por qué? «Por toda la experiencia que he tenido con él y que han tenido compañeros de profesión... En lo personal quizá no soy objetivo porque lo quiero muchísimo. Toño es muy importante para mi vida personal y profesional, y lo único que deseo es que esté bien». También Gerardo Ruiz, el legendario preparador físico del Sporting, calificaba su marcha de «una pérdida muy sensible porque Antonio es un traumatólogo especializado en una de las lesiones más graves para un futbolista, el cruzado». Compartimos, añadía, «muchos años, momentos complicados y salimos de apuros gordos y con cierta brillantez; merece ser recordado como un gran médico en la historia del Sporting».

La salida provocaba sorpresa en el mundo del deporte, regional y nacional. También en la política. A José Ramón Tuero, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Gijón, la noticia le pillaba a contrapié. «Me sorprende porque es el médico del club desde hace casi veinte años, una persona muy querida en Gijón y, sobre todo, una eminencia en medicina deportiva y en temas de rodilla», aseguraba. En todo caso, continuaba, «hay que respetar las decisiones de Orlegi, solo faltaría, pero sí que lo lamento porque teníamos la suerte de contar en el Sporting con una figura muy relevante en el deporte».