«Esta crisis es una oportunidad para acelerar la innovación»

Bajo el título 'El mundo tras el COVID-19', los tres explicaron cómo cambió su día a día en apenas dos o tres jornadas. Primero, para adaptar el grueso de la actividad de sus centros al teletrabajo, pero también para aplicar sus conocimientos a la lucha contra la pandemia. De ese interés altruista surgieron proyectos de colaboración público-privada sin importar rivalidades, como las que mantienen Arcelor y Thyssen en el sector del acero, y a los que se sumaron médicos, la Universidad de Oviedo, la comunidad 'maker' con sus impresoras 3D y un total de 25 empresas de la región. Todo bajo el apoyo «incondicional» y la coordinación del equipo liderado por el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, un papel que valoraron como fundamental en este proceso.

Precisamente, fue él el encargado de abrir la jornada, destacando ese trabajo conjunto de las compañías y la Administración y el efecto tractor que logró esa unión alrededor de la ciencia, que considera que es «uno de los mayores valores de Asturias» para el futuro.

Lo cierto es que la colaboración de distintas entidades permitió, en apenas unas semanas, desarrollar proyectos tangibles, que en otras circunstancias llevarían meses e incluso años, como dos respiradores, uno de respiración positiva para enfermos de COVID-19 menos graves y otro invasivo en el caso de que sea necesario intubar, y también el diseño de pantallas de protección homologadas que se pueden fabricar con impresoras 3D, un modelo sencillo pero que ya se ha exportado a varios continentes. Ahora estos proyectos no son necesarios enAsturias, pero sí en otros lugares, mientras aquí quedan «durmientes» por si hubiera que recuperarlos.

La llegada del coronavirus fue una revolución para estos centros, en los que se cambiaron la organización, las líneas de trabajo, los horarios... «Todo el mundo entendió que era un acontecimiento fuera de lo normal. Los trabajadores asumieron que el propósito común era intentar salvar vidas», explicó Suárez e, incluso, defendió que el hecho de que no hubiera dinero de por medio agilizó las cosas, sin contratos ni repartos que negociar. Para Sesma, el teletrabajo propició ganar eficiencia y agilidad en muchos momentos, aunque la clave cree que está en el espíritu de colaboración que se desarrolló, que ahora espera que continúe, porque «la cercanía es una fortaleza de Asturias». Reconocieron, sin embargo, que sin la pandemia estas dos empresas quizás en dos meses no hubieran sido capaces ni de tener la primera reunión, de ahí la importancia de que los lazos se afiancen.

Felgueroso está convencido: «estas cosas vienen para quedarse. Esto es una oportunidad como acelerador de la innovación muy importante ». La digitalización, las nuevas tecnologías, la capacidad de adaptación y profundizar en esa colaboración serán claves para que Asturias salga reforzada de la pandemia.