Asturias presenta una «candidatura de región» para la agencia de IA

Junto al catedrático y director del Centro de Inteligencia Artificial, Antonio Bahamonde, y la directora del Idepa, Eva Pando, Sánchez desgranó el por qué la del Principado tiene todas las papeletas para convertirse en una propuesta ganadora. Algo que saben y han expuesto en EL COMERCIO una buena parte de las más de 150 instituciones, empresas y agentes sociales que mostraron su apoyo a un organismo que se espera «se convierta en catalizador y transformador de la economía regional».

La ubicación es una de las grandes bazas añadidas a todas las exigencias de la convocatoria ministerial. Estará en Gijón, en la primera planta de la antigua residencia de estudiantes de la Universidad Laboral, enmarcada en torno a un amplio claustro. Serán más de 1.500 metros cuadrados, muchos más de los 400 solicitados inicialmente, pensando, dijo el consejero, «en una ampliación para posibles desarrollos, dentro de esa doble dualidad de la AESIA», la regulatoria, y la de puesta en marcha de pilotos y espacios de prueba y actividades de asesoramiento para el uso de la IA. El equipamiento de la nueva sede, que está «lista para entrar», correrá a cargo de los fondos de Transición Justa.

Con sede ya decidida, reunir los elementos que avalan la idoneidad de la candidatura asturiana fue fácil. Porque Asturias lo tiene todo. «Ofrece un ecosistema único, que conjuga la aceleración de los avances industriales y de nuevos modelos de negocio», apuntó Sánchez. Un ecosistema «basado en talento, conocimiento, un tejido empresarial, una industria, una capacidad formativa de alto nivel, infraestructuras y una estrategia y apoyo gubernamental».

Una especificidad que amplifican los requisitos generales del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, el de la vertebración y la cohesión social: «Cumplimos con la necesidad de que las sedes contribuyan a buscar fórmulas para acometer el reto demográfico y crear nuevos empleos». Porque la AESIA nacerá con una plantilla de 40 personas, empleados públicos, pero su actividad permitiría «catalizar la creación de un importante número de puestos de trabajo directos e indirectos, así como facilitar el retorno de una parte sustancial de talento». Ese equipo de arranque contará, en caso de la elección de Gijón como sede, con el acompañamiento necesario al personal que precise traslado a través del programa Invest in Asturias.

La ubicación de la AESIA en la Milla del Conocimiento es otra de las grandes bazas de la propuesta regional. Una Milla que representa el 7% del PIB regional y el 25% del PIB de Gijón, que concentra el 30% del gasto privado en I+D asturiano y que presenta una media de inversión en I+D de las empresas de la zona del 2,27%, «un porcentaje que triplica el promedio de la industria asturiana y dobla la española». En ella también la Universidad de Oviedo, su Centro de Inteligencia Artificial, grados relacionados con la IA y una excelente red de grupos de investigación con notable producción científica e importantes conexiones nacionales e internacionales, según Antonio Bahamonde.

Respecto al papel de la empresa y el sector productivo en la candidatura, el documento regional ensalza el peso del sector industrial en el Valor Añadido Bruto (VAB) total, con un 18,84% en 2020, superior a la media nacional. Este perfil industrial ofrece un entorno «óptimo como banco de pruebas para la aplicación de la IA en la empresa», según Eva Pando, que añadió que el sector TIC creció un 32% en diez años, con 2.000 nuevos empleos. Actualmente, hay 923 empresas TIC en Asturias que movilizan 733 millones al año.

Llegados aquí, ¿quiénes son nuestros rivales? A Coruña, Alicante, Barcelona, Granada, Guadalajara, Jerez de la Frontera (Cádiz) , Leganés (Madrid), Ourense, Palma (Baleares), Salamanca, Isla de Tenerife, Segovia y Zaragoza. En seis meses, por concurrencia competitiva, un panel de evaluadores elegirá «de forma objetiva» el mejor lugar. Asturias tiene confianza plena en su propuesta.