Asturias mejora en sus indicadores de innovación
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Sube dos puestos y se mantiene en el tercer escalón de las regiones europeas, como innovadora moderada
España cuenta ya con cuatro comunidades clasificadas como innovadoras fuertes según el Regional Innovation Scoreboard (RIS), ranking que, con carácter bianual, clasifica 239 regiones europeas ... en función de su intensidad innovadora. Son País Vasco (puesto 72), Madrid (80), Cataluña (81) y Navarra (98), estas dos últimas mejorando categoría. Las cuatro están entre las cien regiones europeas más innovadoras. Asturias, al igual que la gran mayoría , también ha experimentado una ligera mejoría, ascendiendo dos puestos, hasta el 161. El Principado se mantiene dentro de la clasificación de región innovadora moderada, con otras nueve.
Junto a la clasificación regional, este mes se conocía también el ranking anual de innovación de la Unión Europea, el European Innovation Scoreboard 2023, que sitúa a España en la posición 16 de 27, la misma que un año atrás, manteniéndose por debajo del promedio europeo. El país está considerado como innovador moderado. Una posición que, para Cotec, no se corresponde con su potencial económico, con tres países con menor renta per cápita (Estonia, Eslovenia y República Checa) con mayor puntuación.
Para el director de la Cátedra para el análisis de la innovación en Asturias, el catedrático Fernando Rubiera, las posiciones de España y Asturias «son dignas». La I+D, explica, «tiende a concentrarse en las regiones más desarrolladas, que son las que mayores recursos públicos, y sobre todo, privados pueden movilizar». De hecho, considera el puesto del Principado «mejor de lo esperado».
Argumenta su análisis en dos cuestiones. La primera, en que las estadísticas tienden a «infra-cuantificar» la realidad regional. Ocurre, según se ha podido identificar en la Cátedra, porque «cometen errores de representatividad en regiones pequeñas» como Asturias. Además, existe lo que denomina un 'efecto sede' importante. Es decir, «mucha actividad que realmente ocurre en Asturias computa en Madrid u otras ciudades porque es donde tienen la sede las empresas, aunque la división de I+D+i y una parte de la actividad esté aquí». Y, por último, señala Rubiera que «mucha de nuestra I+D+i ocurre en pymes o son procesos de innovación difíciles de cuantificar, que no se queda reflejado en las estadísticas».
La segunda cuestión en la que sustenta su análisis es que esa I+D+i es menor en regiones como Asturias con «un menor nivel de desarrollo y un tejido empresarial menos intensivo en tecnología y conocimiento (si nos comparamos con el centro y el norte de Europa)». Con todo ello, afirma que estar en medio de la tabla «no es mal resultado. Estamos donde se espera que esté una región como Asturias, incluso un poco por encima».
El Principado, en el ámbito de indicadores, está «muy bien» en capital humano y «mejora rápido» en digitalización. Sale peor parada en financiación algo, para Rubiera, «muy alentador» porque «es la variable que más rápidamente puede hacerse crecer y lo que reflejan el resto es que nuestro sistema científico es capaz de absorber incremento de inversión».
El catedrático de Economía Urbana y Regional apunta que la UE debería tener como prioridad «corregir la tendencia de concentración de recursos privados en las regiones más desarrolladas, compensando con fondos públicos». Pero, afirma, la política de I+D+i europea busca más la rentabilidad de las inversiones que «hacer que esa I+D+i actúe como elemento de desarrollo territorial».
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