Cada millón de euros en ayudas públicas de I+D+i genera 31 empleos al año

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Uno de los datos más significativos es que esos 90 millones generaron en 2021 un total de 2.805 puestos de trabajo en la región. Esto es, cada millón de euros crea 31 empleos en la comunidad autónoma.

Hay más conclusiones, como que la producción asturiana creció en más de 231 millones de euros, y el Valor Añadido Bruto variable, el valor de los bienes y servicios que produce el territorio en un determinado periodo, experimentó un incremento de 149 millones. Por cada euro gastado en programas de I+D+i se generan 2,5 de riqueza en el sistema productivo regional.

El informe, resaltó Carrascal, es pionero por partida doble. En primer lugar, porque «habitualmente no se tienen datos de todas las ayudas públicas de fomento de la innovación», que han sido facilitadas por la consejería del ramo, y luego porque alude a los efectos indirectos que produce en otros sectores que no recibieron ayudas en I+D+i. «Es algo que no había visto en ningún otro estudio», dijo el consejero Borja Sánchez, que estuvo en la presentación con el rector, Ignacio Villaverde y calificó los datos de «buenísimos». Así, el trabajo pone de manifiesto que la inversión realizada en I+D+i favorece indirectamente a otros «debido a la presencia de relaciones interindustriales», como son el comercio, la hostelería, la construcción o los servicios financieros. «Pensemos, por ejemplo, en una empresa que recibe una ayuda para comprar un ordenador y gracias a eso incrementa su producción. Necesitará contratar a servicios de transporte o material eléctrico. Además, da lugar a salarios, rentas, que revierten en consumo. Eso genera una ronda de efectos que la cuantía directa no es capaz de cuantificar, pero que permite ver cómo algo que entra en un sector acaba permeando a otros», dijo Esteban Fernández. A lo que André Carrascal añadía que «beneficia prácticamente a todo el tejido productivo asturiano».

El informe recoge un mapa sobre la distribución de las ayudas por concejos, algo también inédito. Oviedo es el que concentra el grueso de la inversión pública en I+D+i (54 millones), lo que representa el 60% de las mencionadas ayudas. Le sigue Gijón, con 18,9 millones (un 20%), mientras que Gozón (5,1 millones), Villaviciosa (2,3), Siero (1,8), Llanera (1,7) y Noreña (1,5) son otros de los que copan gran parte de los fondos. El análisis se complementa con un breve estudio para evaluar la intensidad de los efectos a largo plazo. Se ha identificado que, gracias a las ayudas invertidas en 2021, la productividad asturiana crecerá al año en torno a un 0,2% de media durante la próxima década.