Asturias, lista para fabricar respiradores de modo industrial ante una emergencia
Idonial, Arcelor y Normagrup ultiman el proyecto, financiado por la Unión Europea, para poder comenzar la producción en 48 horas
Una de las enseñanzas que ha dejado la pandemia es la necesidad de estar preparados para lo imprevisible, aunque suene paradójico. De ahí que la Unión Europea haya puesto en marcha el proyecto Reservist, cuyo objetivo es crear células durmientes que puedan ser despertadas en 48 horas ante una emergencia. Esta iniciativa para fabricar productos médicos cuenta con participación asturiana a través de la alianza formada por Idonial, Arcelor y Normagrup. La suma de fuerzas ha logrado que sean capaces de comenzar a fabricar respiradores en solo dos días en caso de catástrofe.
Entre las tres abordan la última fase del proyecto, que se enmarca dentro del programa Horizonte 2020, para el que captaron un millón de euros de financiación europea. El germen fue la colaboración entre Idonial, Arcelor y el centro de innovación de Thyssenkrupp, en el comienzo de la pandemia, para fabricar estos dispositivos. Cuando la UE abrió la convocatoria para participar en Reservist, los dos primeros decidieron presentarse y a ellos se unió Normagrup –compañía especializada en sistema de iluminación– para poder fabricar los respiradores a escala industrial, explica la directora de Operaciones de Idonial,Paula Queipo.
La red europea tejida también cuenta con líneas de fabricación de mascarillas quirúrgicas y respiratorias, batas de médico, equipos de desinfección y hasta hospitales de campaña. Mientras que Normagrup se encarga de la producción, Idonial y Arcelor se ocupan de todo lo relacionado con el diseño, la red de negocio y las certificaciones. «Nos apoyamos en la plataforma digital, donde habrá un botón de activación de la emergencia, pero también nos coordinamos con gente que quiera comprar materiales y materias primas», detalla Queipo.
Tanto el centro tecnológico de Idonial como el equipo de especialistas en I+D de Arcelor se encargaron de optimizar los diseños, ya que los iniciales «eran muy sencillos, adaptados a los materiales que estaban disponibles» en esas primeras semanas de la crisis del coronavirus, explica Nuria María Pérez, ingeniera del centro de I+D de Arcelor en Avilés. «Evolucionamos hacia diseños de respiradores más pequeños y manejables, que se pueden fabricar en una línea de montaje con elementos médicos para tener 'stock' suficiente como para poder despertar a la célula durmiente».
Dos modelos
Han ideado dos tipos de respiradores: invasivos (dirigidos a pacientes que hay que intubar porque no son capaces de respirar por sí mismos) y no invasivos (para aquellos que presentan un estado menos grave). Ambos se pueden fabricar en la planta que Normagrup tiene en el Parque Tecnológico de Asturias, en Llanera. «Nos involucramos en el proyecto porque somos de las pocas empresas en Asturias que tenemos certificación médica porque hacemos cabeceros para camas de hospital y, además, integramos todo el proceso de fabricación», relata Tomás Castro, director de Ingeniería de Normagrup.
Ya han cumplido el requisito mínimo marcado por la UE de fabricar un respirador al día de tipo invasivo y cuatro de los no invasivos. En esta última fase del proyecto –que finaliza en noviembre–, «vamos a ver hasta dónde alcanzamos y determinar las capacidades reales de fabricación a toda máquina», añade Castro. Una experiencia que «te abre miras y, aunque ahora no lo tenemos en mente, quizá nos lleve a incorporar este producto».