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PS1, una consola que sobrevive 25 años después gracias a la segunda mano

PS1, una consola que sobrevive 25 años después gracias a la segunda mano

La primera PlayStation se estrenó el 3 de diciembre de 1994 en Japón. Acabó superando los 100 millones de unidades vendidas en todo el mundo

EFE

Tokio

Martes, 3 de diciembre 2019, 08:37

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La consola PlayStation de Sony cumple hoy 25 años desde su lanzamiento en Japón, donde lejos de haber caído en el olvido sigue muy presente en su potente mercado de segunda mano, en el que sus juegos son desde gangas a verdaderos productos de lujo.

Muchos viajeros aprovechan su visita al país para buscar títulos que nunca salieron de allí o primeras ediciones de juegos que han dado pie en los últimos años a «remakes» de franquicias como Spyro, Medievil o Crash Bandicoot, que vieron la luz en la consola de 32 bits que revolucionó la industria con sus gráficos poligonales 3D.

Los orígenes

El nacimiento de PlayStation (PS1) es la historia del éxito de un fracaso y la obstinación de un ingeniero, Ken Kutaragi, que estuvo al borde del despido por coquetear entre bambalinas con Nintendo antes de convencer a Sony (con el imprescindible apoyo del entonces presidente, Norio Ohga) para que se embarcara en una industria que hoy sigue siendo uno de sus principales y más rentables negocios.

El dispositivo iba a ser en principio un periférico de la Super Nintendo (SNES) para incorporar juegos en disco CD-ROM a la consola de cartuchos de la veterana compañía de Kioto, que no terminaba de ver un formato que no adoptaría hasta 2001 con su consola GameCube.

Sus desavenencias en torno a la gestión de derechos y beneficios llevaron a Nintendo a romper unilateralmente su acuerdo con la entonces novata Sony, pero Kutaragi luchó por seguir adelante con el proyecto contra viento y marea e implementó con éxito el formato, una operación en la que otros como Atari o SEGA no tuvieron suerte.

La PS1 se lanzó el 3 de diciembre de 1994 en Japón con gran acogida, sobre todo por las facilidades para los desarrolladores, lo que le permitió tener un catálogo potente. Sony remató la estrategia con su lanzamiento un año más tarde en Europa y Estados Unidos a un precio inferior al de coste, un duro golpe para sus competidores.

Hasta la retirada de su modelo compacto PSone en 2007, la primera generación de la consola vendió 102,49 millones de unidades en todo el mundo, según datos públicos de Sony, que no accedió a la petición de Efe de hacer comentarios sobre el aniversario de su consola.

Sobreviviendo en el mercado de segunda mano

Un cuarto de siglo después de su lanzamiento todavía se puede adquirir una PlayStation de segunda mano. Si bien el hardware está anticuado (pese a seguir siendo un excelente reproductor de CD) y no suele ser caro, el verdadero negocio activo en torno a PS1 son sus juegos, que en muchas ocasiones se reproducen mediante emuladores.

Japón es la meca del jugador retro, del coleccionista en busca de ediciones vetustas en buen estado y donde se pueden encontrar joyas que van desde precios irrisorios (menos de 1 euro) a coste de lujo, con títulos que se venden por cientos o incluso miles de euros.

Muchas de las más de 960 millones de copias de juegos de PS1 vendidas a lo largo de los años siguen pasando de mano en mano y recorriendo el mundo gracias a tiendas como Mandarake o Super Potato, locales de referencia para los aficionados al sector.

«Vendemos varios cientos de miles de juegos al año», dice a Efe Yohei Kitabayashi, de 41 años, responsable de la tienda Super Potato del distrito tokiota de Akihabara, donde trabaja desde su apertura hace 16 años, tratando con clientes nacionales y extranjeros, «principalmente procedentes de América y Europa».

Aunque parezca un cliché, Kitabayashi asegura que los juegos más solicitados son los de las franquicias Final Fantasy, Resident Evil y el primer Metal Gear, que se venden de segunda mano por varios miles de yenes, varias decenas de euros/dólares al cambio actual.

Precisamente entre sus rarezas en ese momento, guardada bajo llave en un expositor, se encontraba una edición nueva y precintada de fábrica del primer Resident Evil (1996) no apta para todos los bolsillos: 162.800 yenes (1.350 euros/1.500 dólares).

Cuidados bajo lupa

El tratamiento de los productos seminuevos en Japón suele ser impecable. La cadena Mandarake, que gestiona desde cómics a música o juguetes, es uno de los mejores ejemplos del mimo en el tratamiento.

En su local especializado en videojuegos Mandarake Galaxy de Nakano una pareja de dependientas limpian cuidadosamente las cajas con etanol anhidro, sacan y comprueban las portadas y manuales, y revisan que la superficie de los discos estén bien. Un rasguño puede marcar una diferencia de miles de yenes en el precio de venta.

El estado del producto se evalúa y apunta en una etiqueta adjunta al juego, nuevamente embalado, para que el comprador lo sepa. «Los juegos de segunda mano de PlayStation no son actualmente muy caros (...), pero es difícil saber qué precio alcanzarán dentro de unos años. Cuantas menos copias queden, más caras serán», dice Akito Yamaguchi, responsable del establecimiento desde hace 18 años.

Aunque el precio de los juegos de PS1 en tienda no suele superar los 10.000 yenes (80 euros), también tienen ejemplares como una copia del perturbador LSD, juego de culto sólo lanzado en Japón, que se vende por 59.000 yenes (490 euros), u otro del juego basado en el anime Serial Experiments Lain, por 42.000 yenes (350 euros).

Pese a que más de uno se rasgaría las vestiduras ante semejantes sumas, la cifra queda lejos de los títulos más cotizados del local, los cartuchos del sistema Neo-Geo, cuatro años más mayor que PS1 y cuyos precios superan los 400.000 yenes (más de 3.000 euros).

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