Demasiados pavos en el parque

El sábado 9 de marzo un pavo real del parque de Isabel la Católica se subió a la cabeza de una niña y le causó diversas heridas en la cara. No era el primer incidente con uno de estos animales. Pero la intención es que haya sido el último y no haya que lamentar más sustos. Para ello, el Ayuntamiento ha decidido intervenir en el asunto e incluso se está estudiando la posibilidad de reducir el número de pavos que hay en el parque, como una fórmula para minimizar los riesgos hacia los menores.

En estos momentos, en Isabel la Católica habitan 46 pavos. No todos son 'sospechosos'. Los problemas suelen surgir con los que están en celo, lo que sucede cuando cumplen los tres años. Hasta ahora, se han enjaulado tres pavos reales de esta edad. Y entre la colonia del parque hay once ejemplares de dos años, es decir, que entrarán en edad reproductora en 2014 y, por tanto, habrá que tener especial cuidado con ellos.

El tema fue planteado ayer en la Comisión de Movilidad, Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente por el concejal del PP Gabriel Díaz. El edil preguntó al equipo de gobierno qué medidas se van a plantear para «garantizar la seguridad de los visitantes en el parque de Isabel la Católica tras los ataques reiterados a niños por parte de algún pavo real». El último caso conocido es el de la niña atacada el 9 de marzo, que debió ser atendida primero en el centro de salud y después en el Hospital de Cabueñes. Otro de los incidentes conocidos sucedió el pasado verano, en el mes de julio, cuando un niño fue también atacado e incluso requirió de puntos de sutura en algunas de sus heridas. Alguno de estos hechos provocó una queja ciudadana, registrada oficialmente el año pasado en el Ayuntamiento.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Felgueroso, explicó que además de haber enjaulado a esos tres ejemplares de tres años, se está observando a todos los demás animales. Según explicó el Partido Popular, el equipo de gobierno recordó ayer durante la comisión que la población de pavos del parque gijonés ya se vio reducida hace algunos años, en ese momento a causa de una enfermedad. Entre los 46 que habitan ahora mismo en la zona, el gobierno admite que se ha registrado «algún comportamiento anormal» por parte de alguno de los pavos, como demuestran los ataques a los niños.

El peligro de darles de comer

En todos los casos los problemas se han producido con los pavos jóvenes, de unos tres años, que en época de celo están especialmente irascibles. La necesidad de marcar su propio territorio ha podido provocar los incidentes. De todas formas, Felgueroso recordó ayer que hay una cuestión a tener en cuenta: que la norma prohíbe dar de comer a los animales del parque y, pese a eso, aún hay personas que incumplen esa prohibición. Eso puede provocar que los animales quieran después quitar la comida de las manos a los propios niños.

En otras ocasiones en las que ha sido necesario enjaular a alguno de los pavos, se observa su comportamiento durante un tiempo. Si se determina que sigue siendo sospechoso o agresivo, con lo que se mantendría el peligro para los paseantes, la solución pasa por llegar a un acuerdo con algún criador de esta especie de aves para poder intercambiarlo por otro. Al parecer esta práctica se hace de forma habitual para evitar problemas de consanguinidad en la población de pavos del parque de Isabel la Católica.