«Yago tenía un talento inusual»
«Todos dicen que era un chico muy tímido, pero cuando lo conocías bien te dabas cuenta de que era un chaval normal, desenfadado», aseguran Directivos y entrenadores de la Atlética destacan las cualidades del atleta avilesino
SANTY MENOR
Sábado, 10 de mayo 2014, 20:31
Miguel Sama, 'Pepete' y Carlos Alonso fueron los entrenadores que tuvo Yago Lamela en la Atlética Avilesina, su club de origen. Todos ellos siguen en activo, así como el presidente del club, un Sergio Villanueva que era directivo cuando el saltador daba sus primeros pasos en el atletismo.
Lo conocieron de niño y lo conocían ahora, hasta tal punto que estuvieron reunidos con él, algunos el pasado sábado, y otros este mismo lunes. «No nos lo acabamos de creer», reconocen. El palo ha sido duro para ellos y, con las lágrimas brotándoles de los ojos, apenas podían contener la emoción a la hora de hablar.
Para Sama, Yago siempre fue «un niño grande», mientras que Carlos Alonso, un entrenador que se dedicó más en serio al atletismo motivado por las condiciones del fallecido atleta, asegura que «aunque la gente que no lo conocía bien pueda pensar que era un chico introvertido, yo no lo creo así. Es cierto que con gente desconocida puede que fuese un poco reservado, pero cuando cogía confianza, o con sus amigos, era un chaval normal, desenfadado... Un líder. Recuerdo que cuando lo entrenaba, todos sus compañeros lo seguían. Si Yago hacía algo iban todos detrás. Siempre estaba pensando en hacer cosas y en mejorar. Quería más».
La última vez que Carlos vio a Yago fue el lunes. «Lo vi en el gimnasio y estaba perfectamente. Hablaba con él y tenía sus planes. En julio iba a empezar en Madrid el curso de entrenadores porque veía su futuro en eso. Ha sido un golpe durísimo», lamenta.
Miguel Sama añade que «mismamente este lunes iba a venir a entrenar conmigo a los atletas de longitud y de triple salto. No lo esperábamos y el dolor es terrible». El técnico fue al tanatorio, estuvo con la familia y «se hace muy difícil. Están mal y son momentos complicados para todos. Sólo nos queda apoyarles en todo lo que podamos».
En ese mismo sentido se expresa el presidente de la Atlética, Sergio Villanueva. «Ahora tenemos que estar cerca de la familia y desde aquí les quiero expresar todo mi apoyo y mi ánimo». Para Villanueva, el talento de Yago era «increíble. Destacaba en todas las disciplinas y podría haber sido decatleta». No en vano, y como cuenta Carlos Alonso, «en un campeonato escolar de dos días podía sacar ocho medallas, cuatro cada jornada. Era el mejor de Asturias en la mayoría de disciplinas».
Poco a poco, Yago se fue especializando, y comenzó a llamar la atención tanto en longitud como en jabalina. «Es una de estas personas que salen una vez cada mucho tiempo. Un Ángel Nieto, un Nadal... 8,56 es un terreno que no pisa mucha gente... Lo pisan solo los dioses del Olimpo: Carl Lewis, Pedroso, Bob Beamon... El récord que había anterior era el 8,20 de Antonio Corgos, y Yago lo batió en 36 centímetros. Ahora en España hay un atleta muy bueno de longitud que puede andar acercándose, pero no creo que pueda llegar a esos niveles... Hay que ser un genio», subraya.
'Pepete' tenía «algo aquí dentro -señalándose al estómago- que no lo sé explicar muy bien. Estuvimos con él -refiriéndose a Miguel Sama- hace unos días y lo vimos muy bien físicamente. Estaba mucho mejor. Hace un año o dos años estaba hinchado, pero ahora estaba muy bien».
Yago comenzó de muy pequeño con el experimentado entrenador avilesino. «Cuando empezó no se llamaba Yago, se llamaba Santy. En edad cadete, que ya no entrenaba conmigo, entrenaba con Carlos, el padre le cambió el nombre a Yago, y recuerdo que estuve con él en un Campeonato de España en Tenerife (1992), y cuando por megafonía dijeron 'Santiago Lamela Tobío', el padre vino corriendo a decirme que ya le habían cambiado el nombre. El tema es que todavía no se lo habían cambiado en la ficha de la Federación», rememora.
'Pepete' también recuerda que «era un fuera de serie en todo. Cuando era pequeño le gustaba competir en todo y hubiese sido un figura en cualquiera prueba de lanzamiento. Era un 'niñín' de nada y ya lanzaba la jabalina casi 40 metros...».
Cuando el atleta avilesino saltó 8,56 metros en el Mundial de Maebashi 99 Pepete «no lo podía creer. Aluciné. Nunca había visto algo así, y eso va a quedar ahí para toda la vida. A ver quién llega a esa marca en España...», desafía.
Sergio Villanueva todavía estaba «conmocionado. La tarde de ayer -por antes de ayer- cuando nos enteramos, pues fue una auténtica sorpresa. Primero por la juventud del deportista, y segundo por lo inesperado del asunto, ya que todos veíamos superados sus problemas y él estaba ilusionado. Acudía a las competiciones, le apetecía competir, entrenar. Estábamos hablando con él ya para futuras colaboraciones... Es una verdadera lástima».
En contraposición a lo dicho por Carlos Alonso, el actual presidente de la Atlética sí que veía a Yago como «un hombre quizá excesivamente reservado, pero en cualquier caso una bellísima persona». Como atleta, «además de destacar en longitud era un gran saltador de altura, lanzaba bien la jabalina... Tenía un talento inusual, unas condiciones excepcionales y un deportista muy completo que se hubiera podido dedicar a lo que hubiese querido».
En cuanto a las lesiones, Carlos Alonso concluye que «normalmente a los que practican deporte de élite les suelen pasar esas cosas».