Los asesores urgen más restricciones tras el rechazo del Gobierno al confinamiento

El pasado miércoles, Asturias pidió al Gobierno central poder confinar a la población. Era la segunda vez que lo hacía. La respuesta volvió a ser no. Así las cosas, varios de los expertos que asesoran al Principado en el manejo de la crisis sanitaria ven como única alternativa la aplicación de mayores restricciones. Porque, tal y como recuerda el catedrático de Derecho Constitucional Miguel Ángel Presno, Asturias no tiene margen de maniobra para imponer un confinamiento. Solo puede pedir al Gobierno central un nuevo decreto de estado de alarma que lo contemple. «El vigente no contempla esta situación».

«Falta determinación política», afea el epidemiólogo Daniel López-Acuña, quien anima a las comunidades autónomas a hacer fuerza para conseguir la que, a su juicio, sería la medida más eficaz. Una actuación «corta, rápida y contundente». Un confinamiento «de dos o cuatro semanas». En su defecto, cree que Asturias debería ir un paso más allá de las restricciones que ayer entraron en vigor y optar por el cierre temporal de la hostelería en interiores y también de la actividad comercial no esencial.

En este punto coincide con él el también epidemiólogo Pedro Arcos. Aunque no forma parte del grupo de asesores del Principado, asegura que los incrementos de «entre un 70 y un 80% de los casos en una semana» obligan a actuar ya.

El epidemiólogo asturiano Usama Bilal coincide con respecto al cierre de interiores donde «el uso consistente de la mascarilla no es posible». Considera él que las medidas tomadas por el Ejecutivo regional en esta tercera ola «se han tomado muy rápido» y eso cual «juega a favor de Asturias». La adopción de decisiones prematura es, a juicio del especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Javier Padilla, la manera de paliar la situación. «Se deben tomar las mismas decisiones que en la segunda ola, pero de manera más precoz», es su recomendación. Mientras, la doctora en Ciencias de la Salud Ainhoa Ruiz insiste en que lo importante es «hacer hincapié» en el lavado de manos, distancia social de dos metros, grupos burbuja, ventilación permanente y el uso de mascarilla. Respecto al rápido ascenso de la curva en esta tercera ola la doctora cree que «era previsible porque las medidas no fueron lo suficientemente estrictas».

En este sentido, el jefe del laboratorio de Virología del HUCA afirma que no existe evidencia científica para vincular este rápido incremento de casos con la variante británica del virus. Santiago Melón quiere ser optimista: «Si logramos que esta semana los casos no suban mucho más y que la siguiente se estabilicen, lo podremos controlar rápido».