Inquietud en la plantilla de Alcoa por el retraso de la segunda subasta eléctrica
Los trabajadores retoman las concentraciones y La Coruña lleva el expediente a la Inspección de Trabajo
FERNANDO DEL BUSTO
Miércoles, 17 de diciembre 2014, 00:30
Dieciséis días después de que la dirección de Alcoa comunicase a los trabajadores de su planta en Avilés el inicio de un expediente de despedo colectivo, la inquietud es la forma de describir el ambiente entre los afectados, que ayer celebraron una multitudinaria asamblea en la fábrica para conocer la marcha del expediente y la convocatoria de la segunda subasta anunciada por el ministro de Industria, José Manuel Soria.
Precisamente, la ausencia de información de este proceso que debe aportar a la compañía la estabilidad necesaria para salvar 2015 alimentó ayer el desasosiego entre los trabajadores de Alcoa, que ven cómo sus puestos de trabajo siguen en el aire. Alcoa no alcanzó ningún paquete de interrumpibilidad en la subasta celebrada en noviembre para las fábricas de Avilés y La Coruña, lo que disparaba sus costes. Por ese motivo, la dirección inició el proceso para cerrar ambas fábricas y despedir a todos sus trabajadores.
La asamblea acordó realizar sendas concentraciones diarias en lo que resta de semana aprovechando el descanso del bocadillo. Es decir, de 10.30 a 11 horas todo el personal está convocado para acudir a la portería, haciendo un alto en una actividad diaria que se aborda con el ánimo afectado por el expediente.
Con todo, cualquier tipo de movilización se supeditó a la posible convocatoria de una segunda subasta. Ésta se encuentra pendiente de la publicación de la orden ministerial que la autorice en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En el momento en el que esto suceda, el comité de empresa solicitará conocer la posición de la empresa y repetirá su demanda de retirar el expediente de despido colectivo que se ha venido planteado desde que el ministro Soria anunciase la 'repesca'.
Tal como se comentó ayer en la asamblea, el comité lo trasladará de forma inmediata a los trabajadores y en esa nueva asamblea se decidirán las actuaciones y si se introducen algún tipo de cambio en las movilizaciones previstas. Ayer los trabajadores también plantearon sus dudas sobre el proceso de despido colectivo que se encuentra abierto.
Aunque la plantilla lleva esperando desde hace días por la convocatoria, el margen cada vez es más estrecho. La comparencia de hoy del Ministro de Industria en la sesión de control del Congreso puede propiciar la publicación de la Orden Ministerial en el BOE, toda vez que reforzaría sus argumentos ante las críticas que recibirá de la oposición.
Denuncia en La Coruña
Por su parte, los trabajadores de la factoría de La Coruña, que también se encuentra amenazada por el cierre, continuaron con sus movilizaciones y actos de protesta. Ayer, el comité de empresa se reunió con el alcalde de La Coruña, Carlos Negreira, durante dos horas.
Nazario Arias, presidente del comité de empresa, confirmó que los sindicatos habían denunciado el expediente ante la Inspección de Trabajo al considerar que «es ilegítimo e ilegal». Para los trabajadores gallegos, la dirección aborda el proceso «como si fuésemos un grupo laboral cuando las factorías son diferentes y se deben negociar por separado».
Mañana jueves, la plantilla de La Coruña protagonizará una nueva manifestación desde las 17.30 horas, en la que recorrerán la distancia entre su fábrica y la sede de Red Eléctrica en La Coruña.
Por su parte, el alcalde de La Coruña, Carlos Negreira expresó su apoyo a los 400 trabajadores de Alcoa, desvelando que, junto con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, había instado al Ministerio de Industria a celebrar la segunda de las subastas a pesar de que ésta no se encontraba prevista. Según el regidor coruñés, también reclamaron que la segunda de las convocatorias tuviese lugar antes del 31 de diciembre para despejar las incertidumbres y asegurar la estabilidad de la compañía.
La situación de Alcoa también estuvo presente en la reunión del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Avilés celebrada ayer. Su presidente, Santiago Rodríguez Vega, expresó su «preocupación» por la situación que atraviesa y las consecuencias para el empleo y la actividad económica. Desde el consejo de administración se urgía ayer a «la convocatoria de la nueva subasta de interrumpibilidad y la retirada de los expedientes de regulación de empleo» y «también buscar fórmulas que aporten estabilidad de los costes energéticos a más largo plazo».
El tema energético es de especial importancia para el puerto de Avilés. No en vano, su principal cliente, Asturiana de Zinc, es una de las empresas con grandes consumos de energía. ArcelorMittal, otro de sus grandes clientes, es otra de las compañías afectadas por la subasta energética. Aunque respecto a las cifras de movimientos portuarios la hipotética pérdida de Alcoa (en la actualidad unas 140.000 toneladas al año) no resulta trascendental, sería una señal de alarma.