Suárez Trashorras: "Si 'El Chino' estuviera vivo, yo no estaría ahora en la cárcel"
José Emilio Suárez Trashorras habla por primera vez desde la cárcel donde cumple 34.715 años de pena como «cooperador necesario» en el atentado «Siento un gran dolor por las víctimas y los heridos, pero tengo la conciencia muy tranquila»
JOSÉ ÁNGEL GARCÍA
Sábado, 7 de marzo 2009, 20:55
«Siento un gran dolor por las víctimas, pero tengo la conciencia muy tranquila». José Emilio Suárez Trashorras defiende su inocencia cinco años después de la masacre que costó la vida a 191 personas. El ex minero avilesino ha accedido a responder las preguntas de EL COMERCIO a través de su padre, José Manuel Suárez. En su última visita, esta misma semana, a su hijo en la cárcel de Mansilla de la Mulas (León), donde cumple los 34.715 años a los que fue condenado por la sentencia de la Audiencia Nacional el 31 de octubre de 2007, Suárez Trashorras no ocultaba que estas son unas fechas «muy malas» para él. El recuerdo del atentado le atormenta por la inmensa desgracia que ocasionó. Sin embargo, insiste en que él no se siente responsable de aquellas muertes. «No tengo nada de qué arrepentirme, porque nunca colaboré con ningún terrorista», afirma la persona que recibió la mayor condena en el juicio que dictó sentencia sobre la autoría de los atentados de Madrid.
El fallo del tribunal consideró que José Emilio Suárez Trashorras fue «cooperador necesario» del atentado y por esa condición le hace responsable de las 191 víctimas mortales de los trenes, así como de dos abortos, y de 1.856 homicidios en grado de tentativa. Más aún, la condena extiende su culpabilidad a la muerte del geo Francisco Torrenteras, que falleció en el piso de Leganés en el que se inmoló un grupo de terroristas el 3 de abril de 2004, así como a los 34 heridos que causó esa explosión, entre los que se encuentran varios compañeros de Torrenteras, otros policías y vecinos de la zona. El ex minero fue el único de los procesados al que se le condenó por los sucesos de Leganés.
Es, precisamente, lo que ocurrió en aquella vivienda el epicentro de los argumentos que esgrime en su defensa el ex minero. «Tengo claro que lo que ocurrió en Leganés fueron unos presuntos asesinatos», asegura replicando a las tesis oficiales reflejadas en la sentencia, donde se asume que los terroristas se suicidaron al verse acorralados por los policías.
«Si las personas que estaban en ese domicilio, empezando por Jamal Ahmidan 'El Chino', estuvieran vivas, hoy estaría todo aclarado y yo no estaría en la cárcel», esgrime en su alegato ante la opinión pública un año y medio después de ser condenado.
El ex minero se mantiene en sus trece. «Nadie ha probado nada contra mí desde que se desveló toda la trama», insiste, casi letra por letra, con el mismo discurso que tanto él como su letrado -Gerardo Turiel, fallecido en enero de 2008- trasladaron ante los jueces de la Audiencia Nacional que fallaron en su contra, al considerar que las pruebas constataban que la dinamita que explotó tanto en los trenes como en el piso de Leganés salió de Mina Conchita. Una explotación en la que trabajó el avilesino y de la que, según consta en la sentencia judicial, robó la dinamita para, posteriormente, suministrarla a la célula yihadista. El fallo del tribunal daba por hecho que el ex minero conocía el radicalismo de Jamal Ahmidan y su grupo de colaboradores, «su odio a todo lo occidental y sus ideas violentas, ideas que tenía que haber relacionado con las actividades terroristas de tipo islamista o yihadista».
Víctima de un complot
José Emilio Suárez Trashorras sostiene que es víctima de una conspiración. Un complot donde todos los detalles estaban medidos al milímetro y que sólo necesitaba un títere que pagara los platos rotos. Ese papel, afirma, lo ha interpretado él en esta película.
La investigación ha dado, en su opinión, palos de ciego con lo que ocurrió aquel día en la vivienda de Leganés. «¿Cómo se explica que Abdelmajib Bouchar, 'El Gamo', el marroquí huido del piso y uno de los condenados por el atentado, haya sido castigado con una pena menor a pesar de estar ligado a la célula yihadista?», se pregunta.
Esta es una de las interrogantes que, a su juicio, se esconden detras de un fallo que desmontó las teorías conspirativas y que le señaló a él entre los principales responsables de los atentados.
«A estas alturas -repite de nuevo- tengo claro que si estuvieran vivos los ocupantes del piso de Leganés se hubiera sabido toda la verdad, pero había interés en que su testimonio no saliera nunca a la luz».
A ojos de millones de españoles, tras la sentencia de la Audiencia Nacional, José Emilio Suárez Trashorras es la persona que se escondía detrás de la trama de explosivos. El ex minero no piensa igual. Cree que la mayoría de los ciudadanos «tienen claro que yo no he sido partícipe en todo lo que ha ocurrido».
Detrás de las rejas de la prisión de Mansilla de las Mulas no pierde la esperanza de que algún día se limpie su nombre y se le desvincule de los atentados terroristas. «Algún día -asegura- se sabrá la verdad sobre quiénes estuvieron detrás del 11-M». Mientras tanto, sus padres insisten en que no dejaran de pelear «ni un día» en los tribunales para que los recursos prosperen y puedan hacer realidad su sueño de ver a su hijo lejos de la cárcel.