Marroquíes y rumanos son los inmigrantes más perjudicados por la crisis

La crisis ha sido inclemente con los inmigrantes, cuyas expectativas de integración social y laboral se han visto abruptamente coartadas. Los extranjeros han salido peor parados que los trabajadores autóctonos del hundimiento económico. Los marroquíes y rumanos son los más damnificados por la situación, según el informe 'Crisis, empleo e inmigración en España. Un análisis de las trayectorias laborales', elaborado por el Centro de Estudios Sociológicos sobre la Vida Cotidiana y el Trabajo (QUIT)y la Obra Social 'La Caixa'.

Los autores del estudio subrayan que el desempleo de larga duración afecta ya a un 51% de los trabajadores inmigrantes, frente al 35% de los autóctonos. Las mujeres han capeado relativamente mejor el temporal: sufren menos tasas desempleo, pero en cambio la reducción salarial se ha cebado más en ellas.

Para escapar de la crisis, los inmigrantes han intentado huir del desempleo aceptando la movilidad geográfica y funcional como «estrategia de supervivencia, no de mejora». La lenta convergencia que se había producido en los tiempos anteriores a la crisis se ha desbaratado. Los inmigrantes, por ejemplo, han acusado la caída de las retribuciones, que ha perjudicado sobre todo a los trabajadores con salarios más bajos.

Así pues, a raíz de estos procesos se ha producido una polarización entre trabajadores autóctonos e inmigrantes, de modo que en el sector de mejor empleo se encuentra el 48% de los primeros. En el caso de los inmigrantes, el grupo con un mayor porcentaje de trabajadores en el segmento primario o de mejor empleo del mercado de trabajo es el de peruanos, con un 35,7 %, seguido por el de argentinos, con el 34%.