Muere un vecino de Candás en la playa de Palmera
Manuel Fernández Fernández, de 80 años, aficionado a la pesca, fue localizado por unos paseantes flotando junto a una zona rocosa
PEPE G.-PUMARINO
Domingo, 14 de agosto 2011, 12:22
El cuerpo sin vida de Manuel Fernández Fernández, vecino de Candás, fue rescatado ayer, alrededor de las 12.30 horas, de la zona conocida como el pedrero del Conexal, situado en la margen oeste de la playa de Palmera, en la parroquia de Perlora. El cadáver fue localizado por un bañista que alertó a los servicios de salvamento y, con posterioridad a la Policía Local y la Guardia Civil. En las operaciones de rescate también colaboraron algunas personas que se encontraban en el arenal candasín.
No obstante, mientras acudían a lugar del suceso los servicios de Atención Médica Urgente (SAMU), fueron aplicadas las maniobras de reanimación, en las que, además del personal de salvamento, intervino un médico que se encontraba en el lugar, que verificó el fallecimiento.
Por su lado, el Centro de Coordinación de Emergencias 112-Asturias, que también fue alertado, comunicó los hechos a la Guardia Civil, que se hizo cargo de los trámites para proceder al levantamiento del cadáver, que fue trasladado en un lancha de la Cruz Roja hasta el puesto situado en la playa.
Según explicó el presidente de Cruz Roja de Carreño, Gonzalo González, el cuerpo de Manuel Fernández Fernández fue localizado por unas personas que caminaban por el paseo entre una zona rocosa flotando a media agua y boca abajo. Al parecer, el cuerpo no presentaba heridas ni otro tipo de traumatismos, por lo que se especula que el fallecimiento pudo haber sido por causas naturales, aunque este detalle quedó pendiente de los resultados de al autopsia que se le practicará por orden del juez.
Manuel Fernández Fernández, conocido popularmente en Candás como 'Lolo peina', de 80 años de edad, era un gran aficionado a la pesca de pedrero y habitual de esta zona conocida como el Conexal. Jubilado de Ensidesa, deja esposa y dos hijos varones. El suceso causó un profundo pesar entre la comunidad candasina por tratarse de un persona y una familia muy conocida. Así, algunos amigos del fallecido recordaban su gran afición al baño y a la pesca en el pedrero.
