Feve se declara «inviable» por culpa de las «sobredimensionadas» Cercanías
Asume la eliminación de 89 frecuencias como «propuesta para su estudio». IU lo tacha de «desmantelamiento» y pide al Principado que sea «exigente»
RAMÓN MUÑIZ
Viernes, 3 de agosto 2012, 03:24
Feve plantea suprimir a partir de otoño 89 frecuencias en Cercanías y dejar un solo tren entre Oviedo y Gijón. La información está recogida en un documento interno de la compañía que EL COMERCIO desveló en primicia el miércoles y que la propia compañía reconoció ayer de forma oficial. Mediante un comunicado de prensa, la empresa de ancho métrico asume que el informe es una «propuesta para su estudio».
Feve recuerda que con la cartelera actual, los trenes de Cercanías llevan el 78% de sus asientos sin ocupar, llegando en algunos tramos al 90%. «La oferta se halla en muchos casos claramente sobredimensionada para las necesidades efectivas de los viajeros, lo que hace imprescindible la adopción de este tipo de medidas de racionalización», justifica la compañía.
La crisis económica y las mejoras experimentadas en el transporte por carretera han provocado que estos índices vengan empeorando de manera continuada. En 2006 Feve movilizaba a 11,2 millones de pasajeros, cifra que cayó hasta los 8,9 el pasado año. Este descenso «no se ha visto sin embargo acompañado por una reducción de la oferta de trenes, que incluso se ha incrementado desde 2006 hasta 2011», lamenta el comunicado.
Con esta manera de operar, el balance económico de la empresa «ha ido deteriorándose en los últimos años» al punto de que el pasado año Feve captó 45,35 millones siendo sus gastos de 193. «Estas cifras hacen inviable el futuro de la compañía en las actuales circunstancias», reconoce la dirección. La extinción de Feve y la cesión de sus activos y obligaciones a Renfe y Adif «se considera como la única solución», abunda la empresa.
El adelgazamiento de la oferta se presenta así como una operación preparatoria de la futura fusión por absorción, ordenada por el Gobierno de la nación para el 1 de enero. En este sentido Feve recuerda que la intención que tiene con su nuevo Plan de Transporte (el nombre que ha dado a su cartelera de frecuencias una vez recortadas) es la de armonizar «en lo posible» la oferta de trenes a la demanda real. A la hora de meter la tijera, el operador se marca un límite: no suprimir ninguna línea, esto es, dejar al menos un tren cubriendo la ruta.
En esta situación se encontraría el corredor Oviedo-Gijón de fructificar el actual documento de trabajo. Feve oferta ahora 14 trenes directos para cada sentido y que hacen parada en Parque Principado; el borrador propone suprimirlos todos salvo el primer servicio de la mañana. En su comunicado de ayer la empresa matiza que este ajuste es una opción, que ha presentado a los sindicatos «una serie de propuestas para que puedan estudiarlas y plantear modificaciones o ideas» y que por tanto la decisión final no está tomada.
La dirección de la empresa está dispuesta a recoger peticiones y el resultado final «no tiene por qué corresponderse con las medidas» recogidas en el borrador. Es más, la pretensión de Feve es que todas las poblaciones cuenten con «frecuencias suficientes para garantizar el servicio público».
Tras conocer por EL COMERCIO el contenido de la propuesta inicial, la Consejera de Fomento, Belén Fernández, pidió explicaciones a Feve. La posición del Gobierno asturiano es la de consentir que la empresa aminore su oferta pero «sin desmantelar» el servicio. La respuesta no satisface plenamente a IU, quien ayer urgió al Ejecutivo regional a ser «exigente» con el Ministerio de Fomento en esa materia.
El diputado de la coalición Aurelio Martín tachó de «inasumible» para Asturias el «desmantelamiento» que supondría a su juicio la cancelación de las 89 frecuencias mencionadas. El recorte tendría «graves consecuencias para estudiantes, trabajadores y parados» tanto de la zona central como de las alas de la región, indicó. Desde IU, Martín dejó clara su «indignación» con la deriva de Feve, lo que le llevó ayer a registrar un proposición no de ley para que el Parlamento asturiano vote si exige que «se mantengan en su integridad los puestos» de la compañía en caso de integrarse en Renfe y Adif. La propuesta pide igualmente mantener «en su integridad los servicios» que operan ahora las empresas ferroviarias.
«En beneficio de Alsa»
Martín concluyó en lo «injusto» que sería repercutir a los usuarios y trabajadores una mala gestión pasada que también es «inaceptable» y sobre la que pidió una investigación. En la misma línea se manifestó ayer Dacio Alonso, quien a su condición de presidente de la Unión de Consumidores de España (UCE) une la de ferroviario. Alonso aseguró en rueda de prensa que la liberalización del sector ferroviario se está ejecutando únicamente en beneficio de Alsa, «el operador único en Asturias de transporte por carretera y que ahora lo será también por ferrocarril, y no por fruto de la libre competencia».
Alonso recordó que Feve ya fue «expoliada» de sus edificios en Oviedo durante la operación del Cinturón Verde. Entonces y para eliminar las vías ferroviarias y abrir una red de aparcamiento que no han tenido éxito, la empresa pública cedió unos inmuebles céntricos cuyo valor hoy «permitirían responder holgadamente a la deuda de la empresa».
A su entender, en lugar de sacar provecho de su patrimonio y de las inversiones realizadas en la red, «los gestores de la empresa siempre han tenido como principal prioridad no perjudicar a Alsa».