«Es un orgullo ser reconocido por los Humanitarios, de gran valor simbólico»
El acto de entrega de los galardones de la sociedad cultural de Moreda rinde homenaje a la solidaridad y a la tradición en Aller
Manteniendo la tradición iniciada en 2008, la Sociedad Humanitarios de San Martín de Moreda celebró ayer su decimosexta gala de entrega de premios a la ... solidaridad, a la tradición y al honor en el IES Valle de Aller. Evento sonado en el concejo, estuvo integrado dentro de la XVII Semana Cultural de la entidad, dedicada en memoria del historiador Joaquín Rodríguez Muñiz.
La cita le dio un especial protagonismo a los premiados de este año, quienes se llevaron la Colmena de Oro a la Solidaridad, la Espiga de Escanda de Oro a la Tradición y la Medalla de Honor de la sociedad cultural de Moreda. Condecoraciones especiales que promocionan la cultura y la solidaridad en Asturias, se las llevaron la Fundación Alimerka, la cantante Chucha de Nembra y la empresa Pirotecnia Pablo S. L. respectivamente.
El primero en recogerlo fue la fundación, a la que los Humanitarios aplaudieron sus veinte años «persiguiendo el aliviar las carencias o necesidades originadas por la privación material, las enfermedades o cualquier otra circunstancia personal, incluida la diversidad funcional o social», gracias a sus programas de desarrollo en mejora de calidad de vida.
Fue Antonio Blanco, director de la Fundación Alimerka, quien acudió a recoger la Colmena de Oro, en profundo agradecimiento por parte de toda la entidad. «Es un orgullo ser reconocido por los Humanitarios, que catorce profesionales de áreas tan diferentes nos pongan al lado de asociaciones como Aspace, Galvan o la Cocina Económica, entidades muy destacadas y con un impacto muy fuerte en la sociedad», declaró. Además, recibió el galardón con el conocimiento de que «es también un premio con un gran valor simbólico», pues el fundador de la cadena Alimerka, Luis Noé Fernández –fallecido en 2008–, era oriundo de Moreda.
La siguiente en acudir a recoger su premio fue la cantante Jesusa Fernández, aunque es más conocida por el nombre artístico de Chucha de Nembra. Feliz y «muy contenta», acudió a la velada para llevarse la Espiga de Escanda de Oro que premia su dedicación a la música y a la tradición asturiana. En definición de los Humanitarios, Chucha de Nembra «atesora una larga trayectoria como cantadora de tonada; continuadora de una tradición que en el concejo de Aller siempre contó con importantes voces». Aun más, «alma y voz se juntaron en una persona fuerte y entrañable que nos transmite esa herencia con el sentimiento más hondo».
Emocionada, la cantante dijo quedar «asustada de la sorpresa» cuando supo que iba a recibir un premio tan importante. «Cuando me dijeron que era en honor a mi trayectoria casi quedo tonta, aunque estoy muy contenta», dijo riendo.
Con alegría, recogió también el premio llevándolo a un nivel personal, pues para ella es «como un regalo de cumpleaños por adelantado porque el domingo cumplo 84 años».
A pesar de su edad, asegura «no haber perdido la voz» y se muestra ilusionada con las siguientes generaciones porque «hay chavalinos que cantan muy bien». Precisamente, en memoria al arte del cantar de Asturias, quiso también hacer un llamamiento a la cultura y al patrimonio musical de la región, pues «hace falta más ayuda de las organizaciones para mantenerlo y conservarlo».
«Son como hermanos»
El último en subir fue José Manuel Fernández, dueño de la empresa Pirotecnia Pablo S. L. Con él, el negocio ya va por su cuarta generación y su hijo, ya en la empresa, es la quinta. Acudió a recoger en persona la Medalla de Honor de los Humanitarios, a pesar de estar en «trabajo continuo por las fiestas de San Juan, pero por ellos se hace lo que haga falta».
Se premió, según la sociedad cultural, «una trayectoria de más de 115 años dando al fuego todos los matices del arte», así como «la experiencia, la dedicación y la pasión por el trabajo y el esfuerzo», que han convertido la compañía en un «saber heredado y superado cada día».
En declaraciones de Fernández, hablando también en representación de la familia, «es un honor grandísimo recibir un premio así, además venido de gente que son como hermanos, tras más de cuarenta años trabajando con ellos». Es más, les dio un valor especial pues aseguró, antes de concluir la ceremonia, que «se les debe mucho; gracias a su esfuerzo, Moreda es Pueblo Ejemplar».
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