El juez decreta prisión para el acusado de tirar a un hombre por la ventana en Mieres

«Yo no lo tiré por la ventana». El detenido por este suceso –el pasado viernes, por el que hubo un hombre herido de gravedad tras precipitarse desde un primer piso en Mieres– defendió su inocencia ante el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de este concejo, en funciones de guardia este domingo. Dijo que él pasaba por allí, por ese portal, el número 6 de la calle Aller, y que desconoce qué es lo que ocurrió. Explicó en la sala que la víctima, de hecho, era la que estaba intentando subir a esa ventana con la ayuda de una mujer, que no logró agarrarse bien y que cayó contra la acera de cara. Él no tenía nada que ver con ese asunto, a pesar de que la Policía califica a esta persona –de Santander y de 45 años– de ser «muy peligrosa». El juez no le creyó y decretó prisión provisional, sin fianza y comunicada, por un posible delito de homicidio en grado de tentativa.

El abogado del acusado –procedente también de Santander– aseguró que su patrocinado no tuvo nada que ver con este asunto. «No hay prueba de que haya hecho eso que se dice. Ya le he dicho al juez que en una localidad pequeña este tipo de hechos genera alarma. Hay un testigo totalmente imparcial que lo vio todo, y no hay alguien que arroje a otro hombre por la ventana. En los autos no hay nada de eso».

Este letrado considera que la prisión «es una medida desproporcionada» y anunció que va a recurrir este auto de manera inmediata ante la Audiencia Provincial; «y voy a reiterar más peticiones de libertad si no se concede». Negó, además, que exista un posible delito de tentativa de homicidio. «Para esa calificación es imprescindible que haya un médico que salve la vida al herido, y no es este el caso; ese señor, sea como sea, se produce las lesiones en la cara y su vida no estuvo en riesgo en momento alguno».

Los vecinos de esta céntrica zona de Mieres denuncian que llevan tiempo sufriendo las consecuencias del trapicheo de drogas en ese inmueble. «Nada, nada; él no tiene relación alguna con el tráfico de estupefacientes ni nada por el estilo; nada me consta», añadió el abogado del detenido.

El suceso se produjo poco después de las dos de la tarde del pasado viernes, día 16; la Policía Local de Mieres recibió una llamada que alertaba de la caída de un hombre desde una vivienda, justo al lado de una terraza de una sidrería. Las sospechas enseguida se tornaron en un posible intento de homicidio. ¿Por qué? Casualmente, por la zona pasaba el alcalde del municipio, Manuel Ángel Álvarez. Vio movimientos sospechosos en el portal al salir una pareja a toda velocidad. Uno de ellos, el procesado.

El regidor había escuchado voces previas a la caída. No lo dudó y comenzó a seguirlos tras salir del edificio. Gracias a sus indicaciones pudieron actuar los agentes locales y de la Policía Nacional; cerraron el cerco sobre ellos, que se habían escondido en un estanco cercano, en la calle Pérez de Ayala.

El sospechoso, finalmente, se entregó y fue detenido. La otra persona, la mujer, fue trasladada a la comisaría y fue puesta en libertad ese mismo viernes.

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