¿Sabes cómo funciona un radar de tramo? El corredor del Nalón tendrá el segundo en Asturias
Es más disuasorio y efectivo que el tradicional y es más difícil presentar una justificación ante un posible recurso
M. B.
Sábado, 2 de marzo 2024, 13:32
La Dirección General de Tráfico instalará en «las próximas horas o días» un radar de tramo en el corredor del Nalón (AS-117), donde más siniestros se producen. Lo anunciaba el consejero de Fomento, Alejandro Calvo, como medida tomada tras el último accidente mortal el pasado 31 de enero, que le costó la vida al ovetense Remedios Fernández y a su hijo Pablo Atrio.
Aún se desconoce el punto exacto en el que se colocará, aunque sí se sabe que será fijo y podría abarcar unos seis kilómetros. Existen 92 radares de este tipo en España y el que se instale en Asturias será el segundo en la región. El primero que se instaló está ubicado en la Autovía del Cantábrico a la altura de Villaviciosa. Existe otro cercano al Principado en la A-8, en el Puente de los Santos, en Ribadeo, que une Galicia y Asturias.
Pero, ¿qué es un radar de tramo? En primer lugar, son más disuasorios y efectivos que los tradicionales. Incluso es más difícil presentar una justificación ante un posible recurso. Al medir la velocidad media en un determinado tramo de carretera, y tras haberse eliminado el margen de 20 kilómetros adicionales para realizar un adelantamiento, si el radar de tramo registra una cifra superior a los 80 kilómetros quiere decir que en algún momento del tramo hemos superado la velocidad máxima permitida. Y no podemos argumentar que la hemos superado para adelantar.
Los radares de tramo son una forma de controlar la velocidad, no en puntos kilométricos concretos, como hacen los radares fijos, sino en tramos de carretera de varios kilómetros. El primero comenzó a funcionar en el año 2010 en el túnel de Guadarrama, en la A-6.
El procedimiento de control de velocidad en un tramo es el siguiente: las cámaras, que están sincronizadas por fibra óptica y a través de satélite para que sus relojes marquen la misma hora, graban de forma continua a todos los vehículos.
Con los datos almacenados, un ordenador 'casa' las matriculas iguales, comprueba los tiempos de paso de cada vehículo y calcula su velocidad media. Cuando se detecta que la velocidad ha sido superior a la permitida el sistema remite las fotografías al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la DGT, en León, para que tramite la denuncia y se la remita por correo al titular del vehículo a fin de que identifique al conductor infractor, con multas de 100 a 600 euros en función de la velocidad.