Villaviciosa engancha al extranjero que quiere «emprender con ilusión»
La cercanía a la costa, la naturaleza y la «tranquilidad» del concejo son los principales reclamos para la búsqueda de negocio
La Antena Cameral de Villaviciosa ha notado, en los últimos años, que cada vez son más los extranjeros que deciden instalarse ... de manera definitiva en el concejo. La Comarca de la Sidra está demostrando ser, según la entidad, una «gran oportunidad» para el emprendimiento, con el concejo maliayo a la cabeza. EL COMERCIO ha contactado con varios de estos emprendedores, algunos de ellos con una conexión íntima con Asturias. Todos coinciden en que «la naturaleza, la tranquilidad y la cercanía a la costa» fueron los motivos que hicieron del municipio su hogar.
Eliza Southwood, artista inglesa con un taller y una galería en la villa maliaya, pasó parte de su infancia y adolescencia entre Londres y Asturias. Con los años y una carrera muy reconocida en serigrafía, acabó comprando una casa en el concejo, a la que decidió mudarse definitivamente en 2019, motivada por la pandemia y el Brexit. «Mi marido y yo nos dimos cuenta de que pasábamos más tiempo aquí que allá», contó riendo. No le extraña «para nada» el éxito que tiene Villaviciosa; el territorio «es agradable, paisajístico y cuenta con las ventajas de la villa», entre ellas su galería, abierta desde 2023, que atrae a artistas asturianos. Sus obras, de ilustración y obra gráfica, sitúan al concejo en el mapa artístico de Asturias.
El caso de Miguel Feo, el 'sensei' de Argüero, es distinto. Hijo de emigrantes asturianos, se mudó con su familia a Suiza a los cuatro años y pasó allí toda su vida. Sus «viajes a la tierrina» eran frecuentes con la familia y, ya de adulto, mucho más, organizando escapadas con sus alumnos del dojo suizo donde enseñaba. Experto en ju-jitsu, kárate, judo, aikido y kenjutsu, el arte de la katana japonesa, decidió mudarse definitivamente en la población en 2024, donde ahora da clases y planea construir el primer dojo japonés-asturiano, rodeado de naturaleza. «Villaviciosa es guapísima. Debemos pelear por esto, la manera de vivir y el respeto por la fauna y la flora. Eso no lo hay en todas partes», destacó. No tardó en descubrir que son muchas las personas que se enamoraron de esa tranquilidad y señaló que es «lo que más une».
Mudarse al norte
Ese es el caso de Valentina Greco, de Milán (Italia), que buscó en Asturias, hace casi veinte años, una huida del ajetreo de Madrid. «Al terminar el Erasmus me quedé en España, pero con el tiempo acabamos cansados del tráfico», relató. Fue en unas vacaciones de Semana Santa cuando descubrieron Villaviciosa y decidieron «mudarse al norte, cerca del mar». Venta Les Ranes resultó ser el lugar «perfecto»; allí abrió su restaurante-trattoría ¡Que cocine Valentina!, donde combina recetas tradicionales con «un entorno rural». «La gente en Asturias es muy abierta, hemos tenido mucha suerte», señaló la italiana. Eso sí, las dificultades para abrir un negocio «son las mismas para todos, españoles e italianos; deberían cambiar algunas cosas para que fuera más fácil».
Es lo mismo que opina Giuseppe Ambrosioni, del lago de Como (Italia), pendiente de abrir un negocio en Quintes gracias a su taller. Bromea con que descubrió el «paisaje asturiano» en el Camino de Santiago, en 2006. «Lo hice en septiembre y a los pocos meses me puse a buscar casa. Descubrí Quintes y decidí quedarme», explicó. Abrió su taller de artesanía «casi de inmediato», especializándose en plumas estilográficas. Empezó una sociedad en Gijón que no acabó bien, pero espera volver a abrir un negocio oficial dentro de poco. «Estoy pendiente del plan europeo, las subvenciones; si me las aceptan, me vendría muy bien volver a abrir con maquinaria», comentó, ansioso por «emprender con ilusión».
Por ese motivo empezaron a acudir a la Antena Cameral para las reuniones sobre emprendimiento. No sólo hablan de sus proyectos, sino que también es una oportunidad «para conocerse y charlar».
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