136.000 asturianos viven solos
Asturias sigue a la cabeza del país en baja natalidad, vejez y cifra de hogares unipersonales | La ONG Identidad para Ellos plantea frenar la sangría demográfica con viviendas compartidas para mayores sin familia y jóvenes extutelados
CHELO TUYA
GIJÓN.
Domingo, 29 de diciembre 2019, 02:32
Los cuerpos sin vida de los hermanos José María y Alicia González Álvarez-Luejo fueron encontrados en noviembre pasado en su domicilio ovetense. Ambos habían fallecido cuatro años antes, pero nadie se percató de su ausencia. Sus cadáveres momificados sirvieron para volver a poner el foco en uno de los rasgos de la población asturiana que se ha agudizado en los últimos años: cada vez es más vieja y solitaria.
Una circunstancia que evidencian año tras años los informes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y que analiza el Instituto Asturiano de la Mujer en su propio documento sobre la Situación de Mujeres y Hombres en Asturias. De nuevo el Principado es la región líder en envejecimiento, con más del 25% de la población con los 65 años ya cumplidos; en falta de natalidad y, también, en tasa de hogares en los que solo vive una persona. Son ahora 136.000 los asturianos que residen en un hogar sin más compañía que ellos mismos. O eran en 2017, el año en el que el INE realizó su último estudio.
En aquel momento, ese volumen se traducía en 77.300 mujeres solas y 58.700 hombres en idéntica situación. En el 24% del total, los residentes superan los 65 años, una tasa que se dispara en el caso de las mujeres, ya que el 60% de las mujeres que viven solas han superado esa edad.
Una radiografía que tiene su reflejo directo en los servicios sociales. En Asturias la demanda de ayuda a domicilio va en ascenso, con 12.000 usuarios de servicios financiados con dinero público, a los que habría que sumar los que se procuran esa ayuda por sus propios medios. También va a al alza la plataforma de seguridad que ofrece la teleasistencia. En el Principado, esta propuesta, consistente en un medallón-pulsador que alerta de cualquier incidencia a una central de datos que gestiona Cruz Roja, tiene 8.300 usuarios.
Todos estos datos volvieron a salir a la luz tras el caso de los hermanos ovetenses momificados. Casi de forma inmediata, la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar anunció la puesta en marcha de un censo regional de personas que viven solas.
Compañeros de piso
Según informó el Gobierno regional, el objetivo del documento, en el que estarán implicados todos los servicios sociales municipales de la región, es conocer si esa soledad es voluntaria o, por el contrario, no deseada; si cuentan con redes familiares o sociales suficientes... Un rosario de preguntas para conocer en qué situación se encuentran.
Paralelamente, la Federación Asturiana de Concejos (FACC) puso en marcha la campaña 'No me llames soledad' «para hacer visible el problema de la soledad no deseada y la importancia del envejecimiento activo». Por el momento, la iniciativa se desarrolla en las redes sociales, con imágenes anónimas de personas que viven solas. «No queremos dar demasiados datos, ya que muchas viven solas en un pueblo y no queremos ponerlas en riesgo», explican.
Mientras ese censo llega y las fotos reciben 'likes', la ONG asturiana Identidad para Ellos, especializada en la atención a los jóvenes a los que tutelaba el Principado hasta su mayoría de edad, plantea una novedosa propuesta: «Que las personas mayores que viven solas nos cedan una habitación para extutelados sin recursos».
Así lo explica el presidente de la entidad, Marcos Madrigal, quien ya presentó la propuesta al Ayuntamiento de Gijón. Será en el barrio de El Llano de esa ciudad donde, en el segundo semestre de 2020, «esperamos poder empezar a intervenir». Paralelamente al barrio gijonés, Identidad para Ella quiere llevar la experiencia a tres concejos rurales asturianos. «El primer paso es hablar con los alcaldes y alcaldesas para que conozcan qué es lo que les ofrecemos». El qué es sencillo: que personas mayores que vivan solas cedan habitación a jóvenes extutelados. «Los chicos y chicas se encargarían de hacerles compañía y ayudarles en lo que necesiten», mientras que, a cambio, recibirían «un alojamiento, que es del que ahora carecen».
La propuesta va un paso más allá. En esos tres concejos rurales los extutelados podrían hacerse cargo «del centro social o del bar del pueblo, que en muchos casos están cerrados, para que volviera a ser un lugar de encuentro y dinamizador». Madrigal está convencido de las bondades de la iniciativa: «Tanto para jóvenes como mayores es una oportunidad de vida». Una nueva y en compañía.