193 estudiantes culminan su formación en la Facultad de Derecho: «El esfuerzo y el sacrificio es el único camino hacia el éxito»

También intervino el secretario general de la Universidad de Oviedo, Ángel Espiniella Menéndez, el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, quien clausuró el acto, y el decano de la Facultad de Derecho, Javier Fernández Teruelo.

Abascal comentó que «hoy ponéis fin a una etapa importante e iniciáis otra. Oviedo es la ciudad que me enseñó a ser persona y me preparó para llegar hasta la Universidad. La vida de un jurista guarda ciertas similitudes con la de un escritor porque vivimos una vida a través de las historias de las personas que defendemos», relató.

Añadió que «hace apenas unos años entrabais a la facultad, a un universo vasto y complejo. Cada pequeño triunfo ha sido un peldaño en la escalera que os ha traído hasta la excelencia. El talento se cultiva con perseverancia y la pasión por el conocimiento lleva a la excelencia».

El derecho es una forma de libertad, según Abascal, quien aconsejó a los estudiantes que sean «arquitectos de una sociedad más justa, hasta lograr construir catedrales. Detrás de cada caso que os toca, hay personas. Vuestra empatía y vuestro rigor serán vuestras mejores herramientas. Lleváis con vosotros el prestigio de esta casa y sois ahora parte de su legado», subrayó.

El vocal del Consejo General del Poder Judicial culminó su intervención asegurando que la justicia se aprende ejerciéndola. «Cada uno de vosotros es un agente de cambio y el secreto del buen jurista está en los pequeños detalles», zanjó.

Posterior a su intervención, los 193 estudiantes que se graduaban hoy recibieron la insignia de San Raimundo de Peñafort. Se da la circunstancia, además, que por primera vez este año también se graduaron los estudiantes del doble grado de derecho y administración.

Para cerrar el acto, el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, comentó que «somos y seremos siempre facultad de derecho y vosotras y vosotros sois la mejor seña de identidad de esta gran facultad. Porque la facultad, permitidme que lo diga sin reservas, es mi vida», dijo, emocionado, Villaverde.

Recordó que «aquí me formé como estudiante, aquí desarrollé mi carrera académica, y aquí, durante muchos años, enseñé Derecho Constitucional y ya voy camino de ser uno de los viejos profesores. Hoy, desde el otro lado de la sala, os miro con una mezcla de orgullo, ternura y gratitud. Os miro como rector, pero también como el estudiante que fui, como compañero, como profesor, como uno más de esta comunidad», concluyó.