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Begoña Martínez Argüelles, el 26 de febrero, en una de las ambulancias de Transinsa, empresa de la que era directora general. PABLO LORENZANA

Adiós a Begoña Martínez, la médica que luchó por paliar el dolor de los demás

Directora general de Transinsa, fue gerente de Avilés, directora médica de Jove y de Atención Sanitaria de Gijón. Tenía 53 años y sufría un cáncer

LAURA TORRE

GIJÓN.

Sábado, 9 de mayo 2020, 01:28

Dejó este mundo tal y como había transitado por él, «pensando más en los demás que en ella misma». La médica gijonesa Begoña Martínez Argüelles (1967) falleció ayer en su domicilio de Gijón, víctima de un cáncer por el que llevaba a tratamiento más de una década. «Vitalista, cercana, humanitaria, alegre y con un corazón desbordante». Así era Begoña Martínez Argüelles, que a sus 53 años atesoraba un nutrido currículum profesional, además de un gran respeto entre sus colegas y amigos. Esta especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública fue jefa de Inspección de Servicios Sanitarios (2000), directora médica de Jove (2008), responsable de Calidad del HUCA (2009) y directora médica y gerente de Avilés (2011 a 2017). Un año más tarde, con Miguel Rodríguez como gerente del Área V, en Gijón, (actual consejero de Sanidad en Cantabria) fue nombrada responsable de Atención Sanitaria. En enero dejó la empresa pública para ocupar el cargo de directora general de Transinsa, concesionaria del transporte sanitario en Asturias.

La muerte de Begoña Martínez Argüelles causó un profundo dolor en la sanidad asturiana, donde deja una huella imborrable de su buen hacer y su inmensa humanidad. Pese a que llevaba plantando cara a un cáncer colorrectal desde hace años, circunstancia que nunca la detuvo, el fallecimiento de esta querídisima profesional sorprendió incluso a sus más allegados. «No lo esperábamos. Estamos en shock», confesaba el consejero delegado de Transinsa y amigo personal, Carlos Paniceres. «Hasta el último momento estuvo trabajando y participando en la medida de sus posibilidades.

Dentro de la medicina, Begoña destacó por su gran capacidad para dirigir equipos. Puede que su otra vocación, la de la música y la de haber querido ser directora de orquesta (pocos saben que era profesora de piano), haya influido en su habilidad para organizar y sacar proyectos adelante. «Era una excelente conversadora, con conocimientos sociales y culturales profundos, y planteaba todas sus diálogos en tono muy jovial», abundan sus colegas. Detallista con los amigos, «todas esas características, la cercanía y la brillantez las llevó a la gestión sanitaria».

Para el consejero de Salud, Pablo Fernández, la figura de Begoña Martínez Argüelles «nos deja muy grato recuerdo, y desde luego los que la conocíamos sabemos que nunca le pudo la adversidad y siempre supo responder con una sonrisa incluso en el peor de los momentos». A esas adversidades se refirió también el exconsejero Francisco del Busto. «La conozco desde hace más de veinte años. Me cuesta hablar en pasado de ella. Era una trabajadora inagotable y ni en las situaciones más difíciles se vino abajo. Pasó por quimio, por radioterapia, por intervenciones y volvía al trabajo como si nada hubiera pasado. Era admirable».

Su última aportación

Del Busto, que a causa del coronavirus ha abandonado su situación de médico jubilado y ha vuelto al trabajo, recuerda que hasta «hace dos días Begoña estuvo trabajando en un protocolo que había elaborado para mejorar la limpieza de espacios y vehículos por COVID. Como digo, era admirable». Otro de sus compañeros, el exgerente del Sespa, José Ramón Riera, se mostró muy afectado por esta «pérdida irreparable. Era un ser extraordinario y una de las personas más inteligentes y capaces que he conocido en mi vida».

Lo cierto es que la muerte de Begoña deja un tremendo vacío en sus hijos Carlos y María, «por los que sentía auténtica devoción. Fue una madre ejemplar y pese a la enfermedad siempre estaba pletórica de energía y transmitía esa misma fuerza a los demás. Era una trabajadora infatigable», insisten en reseñar sus amigos. Trabajadora infatigable a la que su desbordante energía la llevó a crear la Asociación de Cuidados Paliativos Begoña Martínez Argüelles, centrada en la atención de pacientes oncológicos. «Piensas que no te va a tocar y, cuando recibes el diagnóstico te invade más que nunca la sensación de que eres mortal». Así se pronunciaba la propia Begoña en una entrevista publicada por EL COMERCIO el pasado 4 de febrero con motivo del Día contra el Cáncer, enfermedad que le diagnosticaron cuanto tenía 43 años. Pero el tumor nunca la paralizó, «más bien lo contrario». Siempre estaba buscando nuevos retos. «Se nos ha ido una amiga», decía con voz quebrada el consejero delegado de Transinsa. «Nos regaló su sabiduría, templanza, humanidad y pasión». Begoña Martínez Argüelles será despedida el próximo lunes, día 11, a las doce horas, en el tanatorio de Gijón, con la celebración de la palabra.

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