Un interno de la cárcel de Asturias propina una paliza a un funcionario
CCOO y CSIF reclaman «medidas efectivas para reducir la tensión en los módulos» y que «se tomen en serio las agresiones a los funcionarios»
Una nueva agresión a un funcionario de prisiones en la cárcel de Asturias ha tenido lugar esta mañana, cuando aproximadamente a las diez un interno se dirigió, en el módulo M5 a los funcionarios en estado de máxima excitación y sin atender a razones ni órdenes reclamando su medicación a gritos, generando, además, una gran alteración entre el resto de reclusos.
Inmediatamente se personó allí el jefe de servicios e intentó calmar al interno y controlar la situación, pero el recluso, ya entre cancelas, aprovechó un descuido para dar un fuerte puñetazo en la cara a uno de los funcionarios, que cae irremediablemente al suelo, donde continúa siendo agredido recibiendo patadas y puñetazos por todo el cuerpo.
Mientras ésto sucedía en el rastrillo de entrada, un grupo muy numeroso de internos se agolpó en la puerta interior increpando y amenazando a los funcionarios intervinientes, golpeando con tal fuerza la cancela que consiguieron forzarla y abrirla, introduciéndose en el rastrillo con la intención de evitar que el interno en cuestión fuera trasladado al departamento de aislamiento.
CCOO aseguró que «además de las causas de las agresiones en prisiones, en el caso de la cárcel de Asturias se ven agravadas por la falta de personal y de clasificación interior, que desde el equipo de la Dirección no parece sean capaces de resolver». Además, subrayó que «a pesar de las continuas manifestaciones del Ministro del Interior y del Secretario General de Instituciones Penitenciarias respecto a la reducción de las agresiones al personal penitenciario, la realidad se ocupa de desmentirles casi a diario».
Según el sindicato, los datos revelan un «crecimiento constante de las agresiones en las prisiones, concretamente un 47% entre 2010 y 2020 (últimas estadísticas oficiales), pasando de 5,09 agresiones por cada mil reclusos a 7,49. Todo ello a pesar de la pandemia y la reducción de actividad en las cárceles».
Por otra parte, la central critica la falta de conocimiento por parte de los «gestores penitenciarios de las causas de las agresiónes, por no haber efectuado estudio alguno sobre ello después de más de 20 años en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y miles de agresiones físicas al personal de prisiones».
CCOO apunta a que sí tiene efectuados estudios sobre las causas que producen las agresiones y las alternativas para conseguir que dejen de ser algo normalizado dentro de las prisiones. Entre otras están la falta de medidas y recursos de salud para tratar la enfermedad mental en prisión
También es necesario contar con el personal necesario para que no se sigan produciendo actos temerarios e irresponsables por parte de los gestores penitenciarios, como mandar a un solo funcionario o funcionaria al interior de módulos con más de cien internos. Asimismo, la clasificación de la población reclusa debe de ajustarse a la realidad y a la trayectoria penitenciaria individual, y no a las necesidades políticas o de marketing de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias«.
Por su parte, CSIF cuestiona «cuándo se adoptarán medidas efectivas para reducir la tensión en los módulos, o cuándo la Administración se tomará en serio las agresiones a su personal», además de reclamar que se cubran las plazas vacantes para «paliar el déficit estructural de plantilla». También reclama que se proceda, en el «Centro Penitenciario de Asturias a una verdadera y eficaz clasificación interior», así como si se «facilitará a los trabajadores una uniformidad de calidad, que proporcione seguridad y ofrezca una imagen digna del colectivo».