El asturianismo vuelve a medir su fuerza tras el fracaso de la negociación para la oficialidad

La última cita fue el 16 de octubre. Entonces, miles de personas desbordaron las previsiones convirtiendo las calles de Oviedo en un grito por la oficialidad. Las negociaciones a cuatro -PSOE, Podemos, IU y Foro- acababan de arrancar y se creía que llegar a un acuerdo era posible.

Todo se fue poniendo cuesta arriba, máxime cuando Foro tensó el debate vinculado un apoyo a la oficialidad del asturiano a una reforma fiscal. La ruptura, además de acabar con las esperanzas de una lucha de décadas, rompió el tablero político y abrió la incertidumbre sobre a dónde irá a parar ese voto asturianista.

Durante la construcción del relato el reparto de culpas se repartió, principalmente, entre dos actores: Foro e Izquierda Unida. Los primeros, por condicionar el debate; los segundos, por negarse a ceder ante cualquier envite fiscal aún por un bien mayor, que en ese momento ni tan siquiera estaba garantizado. Foro decidió no meterse en la pelea. Ni tan siquiera se ha lanzado a pescar el voto asturianista en la calle. Lo ha peleado en la Junta llevando, por ejemplo, al pleno de esta semana una iniciativa sobre el torpedeo que, a su juicio, está haciendo la Universidad de Oviedo hacia el asturiano.

Por otro lado, Izquierda Unida lanzó un informe político, aprobado mayoritariamente por su Coordinadora, donde culpan a «los sectores asturianistas» de haber «obviado» que IU llegó a aceptar el 75% del documento negociador de Foro. La formación, según se concluye, reivindica su «indispensable dimensión asturianista», pero apuesta por romper lazos con las organizaciones y desarrollar el asturianismo desde «el pensamiento clásico de la izquierda». Esta postura la dejarán clara en la manifestación del próximo sábado, a la que no está previsto que acuda ni su coordinador general, Ovidio Zapico, ni su portavoz parlamentaria, Ángela Vallina. Esta formación sigue molesta porque cree que mientras a ellos se les ha reprochado una «intransigencia negociadora», no se ha hecho ese mismo análisis hacia Foro.

Podemos es, hoy por hoy, el partido que más está promoviendo la asistencia a esa manifestación del Día de les Lletres Asturianies y el que cree que podrá capitalizar el descontento del votante asturianista con el resto de partidos. La formación morada vende el relato de que lo han intentado hasta el último momento, incluso entrando al debate fiscal con una propuesta que, reconocieron, no es la que más le hubiera gustado tener que poner sobre la mesa. Aquí entra Maquiavelo y su frase «el fin justifica los medios». Podemos consideró que la oficialidad del asturiano, bien podría merecer una fiscalidad distante en lo ideológico. Sea como fuere, de cara a las organizaciones asturianistas, este argumento fue válido.

¿Y los socialistas? No han querido zarandear mucho este árbol. En el pasado congreso de la FSA se debatió el tema como parte de su ponencia marco y sirvió para reafirmar su compromiso con la oficialidad «amable», pero también con el reconocimiento tanto del asturiano como del eonaviego, siendo cada uno el oficial en su territorio, delimitado cuando proceda. En ese cónclave, el secretario general de los socialistas asturianos, Adrián Barbón, también anunció el giro asturianista de la FSA: «Somos el partido de la estabilidad y del asturianismo», dijo ante los delegados.

Del otro lado, los dos partidos que siempre han rechazado este asunto son Ciudadanos y Vox. El PP ha dejado claro todos estos meses que «nunca» apoyarán la oficialidad del asturiano, pero el hecho de que ahora su nuevo líder Alberto Núñez Feijóo hable de «bilingüismo cordial» tendrá que ver qué traducción tienen en los próximos meses.

Todo eso, de los partidos tradicionales y que ya están. Quedan los que están por venir. Ante el fracaso de la reforma del Estatuto de Autonomía una parte del movimiento asturianista se está organizando en torno a plataformas con la vista puesta a las elecciones de 2023. La primera que ha saltado a la palestra es Aína, que tuvo su presentación hace unas semanas «para reconstruir un espacio político desde abajo». También se apunta al alcalde de Bimenes, Aitor García, y si estaría dispuesto en dar el salto a la política regional encabezando un proyecto político asturianista.

Por lo pronto, el 7 de mayo, a las 12 horas, en la Estación del Norte de Oviedo, se verá si todos esos líderes de partidos y miembros del Gobierno que acudieron sonrientes y reivindicativos el 16 de octubre a ese mismo punto, repiten en esta ocasión.