Asturias defiende su Ley de Ciencia: «A partir de ahora el Principado va a poder convocar plazas de científicos»

Sánchez recordó que entre las novedades más importantes que se pondrán en marcha con la Ley de Ciencia, también se contempla, la creación de las escalas del cuerpo científico. «El Cuerpo Superior de Investigación estará formado por tres escalas: docentes, investigadores y científicos titulares. Todas las personas integrantes de este grupo deberán tener título de doctorado y estarán encuadradas en el grupo A1 de la Administración pública. A partir de ahora el Principado va a poder convocar plazas de científicos», explicó el consejero.

Otra de las cuestiones que trae la Ley de Ciencia es la creación del registro del Sistema Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación (SACI), un medio público que servirá como inventario y facilitará también la evaluación de todos los agentes. Por otro lado, esta base permitirá conocer la inversión real en I+D. «Necesitamos saber quién es quién y quién hace qué y tener todos esos datos consolidados y en tiempo real. Los últimos datos que tenemos son del 2023», comentó Borja Sánchez.

El titular de Ciencia aseguró que el Principado respaldará la protección y la transferencia de conocimiento, con el fin de que los resultados de la investigación científica e investigadora y de la innovación lleguen a la sociedad para que pueda beneficiarse de ellos.

«También se contempla la creación del Observatorio Asturiano de la Innovación, que será una unidad adscrita a la Consejería de Ciencia y encargada de desarrollar un sistema para hacer accesible la información que manejan los agentes del SACI en formatos universales y reutilizables. Esa documentación incluirá noticias científico-técnicas de actualidad, resúmenes de los proyectos de I+D+i financiados por el Principado, tendencias científico-tecnológicas, etcétera», recordó.

Además, Borja Sánchez señaló que el Principado impulsará la participación activa del tejido empresarial en el desarrollo de la I+D+i, clave para estimular la productividad y la competitividad de la economía. Así, se estimulará la colaboración de las compañías con los organismos de investigación, se fomentará la creación de firmas de base tecnológica y se habilitarán espacios para que puedan desarrollar acciones de innovación.

«Esta ley hace una apuesta clara por la ciencia abierta y la ciencia ciudadana. Y logra que la sociedad pueda ser partícipe de los resultados de las investigaciones y en el diseño de las políticas», comentó.

A su juicio, la nueva ley cubre una demanda histórica del ecosistema científico asturiano. «Marca un punto de inflexión definitivo, supone avanzar hacia el futuro», zanjó.