La Ley de Calidad Ambiental, arma arrojadiza de la izquierda para la precampaña
IU acusa al Principado de estar rompiendo el acuerdo de investidura y Cofiño le pide que no se deje influir por Podemos | La formación morada reprocha al Gobierno regional que busque arañar votos de la derecha con esta ley para «minimizar el efecto Feijóo»
La tensión del Gobierno del Principado con Podemos pero, especialmente, con IU, grupo parlamentario con el que los socialistas alcanzaron un acuerdo que permitió la ... investidura de Adrián Barbón en 2019, crece por momentos. Han sido varios los encontronazos entre ambas partes a lo largo de estos tres años de legislatura pero ahora, a menos de un año para la próxima cita electoral, el ambiente está especialmente caldeado entre las fuerzas de la izquierda. De fondo, desde hace ya un tiempo, está el proyecto de Ley de Calidad Ambiental de Asturias que promueve el Gobierno socialista y que, entre otras cuestiones, busca reducir de forma considerable la tramitación burocrática para agilizar las correspondientes licencias medioambientales. La nueva norma se ha topado con la oposición tanto de Podemos como de IU, quienes acusan al equipo socialista de dejarse «contaminar» por los intereses de lobbis empresariales, usando al grupo parlamentario de Ciudadanos como «correa de transición».
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Pero el debate de hoy en la Junta General a tres bandas, con el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, como portavoz de socialistas y del Gobierno, ya evidencia que la citada ley se ha convertido en arma arrojadiza para la precampaña electoral: De un lado, IU acusó directamente al Principado de estar rompiendo el acuerdo de investidura, mientras que Cofiño le pidió a la coalición que no se dejara influenciar por Podemos. Y, por su parte, desde la formación morada se acusó al Gobierno regional de tratar de arañar votos de la derecha con esta ley para «minimizar el efecto Feijóo».
Tanto la diputada de Podemos, Nuria Rodríguez, como el coordinador autonómico de IU, y diputado en la Junta, Ovidio Zapico, recriminaron al Ejecutivo socialista que hubiera despreciado al movimiento ecologista asturiano en la tramitación de esta ley y se hubiera limitado a escuchar a los grupos empresariales. Nuria Rodríguez lo atribuyó a un intento de buscar apoyos en la derecha para «minimizar el efecto Feijóo» mientras que, desde IU, se ofreció un «pacto progresista» a los socialistas para comenzar a hablar de los presupuestos de 2022 y recuperar el espíritu del acuerdo e investidura. Zapico dijo estar dispuesto a «partir de la abstención» en esta negociación pero, a cambio, exigió al Principado renunciar a esta ley que tildó de «regresiva y peligrosa».
El vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, dejó claro en su respuesta a ambos grupos parlamentarios que el medioambiente «es cosa de todos» y no exclusivamente de los grupos ecologistas. Un colectivo al que, además, recriminó que no hubiera participado en los procesos de información pública establecidos para la tramitación de cualquier ley en la Cámara asturiana pero que, en cambio, mostraran su rechazo a través de un encuentro mediático que el consejero calificó de «postureo». Por contra, reconoció que agrupaciones como la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) o las Cámaras de Comercio sí participaron en este proyecto, si bien entiende que no se trata de lobbis empresariales y advirtió a Zapico que le preocuparía su «salud democrática» si así lo considerara. En todo caso, el vicepresidente dijo no dar por roto ningún acuerdo de investidura y atribuyó las manifestaciones de Zapico a una «realidad imaginaria» fruto de un proceso de «galanteo, noviazgo, cortejo» con Podemos -aunque Cofiño evitó citar expresamente a la formación morada- que, en su opinión, hace que «la razón salga por la ventana». De ahí que Cofiño invitara a Zapico a «mirar más hacia esta izquierda legitimada por 20 diputados», en referencia al PSOE, en lugar de «a otros lados».
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