Las empresas advierten de que el 90% del sector turístico no puede optar a las ayudas

«En marzo no tenía ninguna deuda. Ahora, debo más de 60.000 euros». Óscar Gavino, presidente de Unión de Hostelería, resume la situación de la mayoría de los empresarios del sector turístico asturiano: ha cerrado el ejercicio 2020 con deudas. Una situación provocada por la pandemia de coronavirus y las restricciones a las que ha obligado que no solo les suponen una ruina económica, sino también un lastre para lograr compensación.

«El 90% de los empresarios del sector turístico asturiano no podrán recibir ayudas del Principado», asegura Gavino, una aseveración que comparten la mayoría de las patronales del sector.

Sin tener porcentaje de afectados, desde Operadores Turísticos y Agencias de Viaje de Asturias (OTAVA) su presidente, Íñigo Fernández, confirma que «en la anterior convocatoria de ayudas, la de finales de 2020, hubo varios compañeros que vieron rechazada su solicitud por tener algún impago como una multa de aparcamiento o una tasa de basura». Una situación que va a más en el caso de «haber dejado de pagar algún impuesto o tasa por no tener dinero», insiste Gavino.

«Nosotros habíamos pedido que se permitiera acceder a las ayudas a los que tienen deudas posteriores al 14 de marzo de 2020», recuerda Félix Marco, de Hostelería con Conciencia. En su opinión, «no se entiende que el Principado haya esperado un mes para presentar este decreto en el que no ha contado con ninguna de las propuestas que le presentamos. Para eso, que no digan que negocian ni pierdan el tiempo, ya que han publicado lo mismo que nos presentaron hace un mes».

10.000 beneficiarios

Se refiere Marcos a la resolución que publicó ayer la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo en el Boletín Oficial del Principado (BOPA). Firmada por la consejera, Berta Piñán, abre la convocatoria de ayudas y fija diez días, a contar desde la medianoche del jueves, para optar a las ayudas directas dirigidas a hostelería, alojamientos, agencias de viaje, bingos y feriantes

Son 45 millones del fondo de ayudas por la covid habilitado por el Gobierno regional a repartir entre 10.000 beneficiarios. Eso sí, en riguroso orden de llegada. Entre las condiciones, estar al día con Hacienda, no tener ningún tipo de impago (ni multas de tráfico), y computar las plantillas reales a fecha 1 de enero de 2021, excepción hecha de los feriantes o empresarios de espectáculos, que podrán dar sus plantillas del 1 de octubre de 2019.

El fondo global, que también incluye a otros sectores vinculados al turismo, como comercio y transporte, ascendía a 100 millones, de los cuales 80 se repartirían en una primera convocatoria. Sin embargo, el Principado rebajó esa cifra a 74 millones, después de que la Consejería de Hacienda revisara la cifra total de posibles beneficiarios, que quedó en 23.500 personas frente a las 27.000 de los primeros cálculos.

Del total de beneficiarios, 10.000 podrían acogerse a las ayudas publicadas hoy y divididas en dos bloques. En el primero, con ayudas por cinco meses que oscilan entre los 4.500 y los 9.000 euros, según el número de trabajadores, estarán las actividades cerradas por resolución del Principado o de facto. Es decir, ocio nocturno, casas rurales, hoteles, agencias de viajes, negocios de turismo activo y orquestas, entre otros.

El segundo bloque abarca actividades con limitaciones severas, como la hostelería, los gimnasios y las entidades organizadoras de congresos, por ejemplo. Las ayudas por cinco meses son graduales: comienzan con 3.000 euros para negocios sin asalariados y se incrementan hasta los 6.000 euros para aquellos que cuenten con 10 empleados o más.

«Esto es una limosna»

Una resolución con una cuantía «que no es suficiente, Fade ya lo ha dicho», explicó Ana Soberón, portavoz de la Mesa de Turismo de la patronal, y que «no recoge ninguna de nuestras reivindicaciones», lamentó Otea. Su presidente, José Luis Álvarez Almeida reiteró que «para nosotros, esto es una limosna», ya que los 45 millones «están muy lejos de ayudas de otras comunidades, como los 360 que dedica Valencia». Además de criticar lo escaso de las cuantías, Álvarez Almeida recuerda que «habíamos pedido que se elimine la cláusula de estar al corriente de las obligaciones tributarias». Y lo argumenta en que «tras once meses de cierres y restricciones, hay deudas generadas durante la pandemia».

Una petición la del sector que ayer respaldaron las tres cámaras de comercio asturianas. En un comunicado conjunto, exponen que «dadas las excepcionales circunstancias», consideran que «la exoneración de estar al corriente en las obligaciones con administraciones públicas para acceder a las ayudas».