El Xiringüelu estalla en Pravia
Miles de personas abarrotan el prau Salcéu para vivir una de las romerías emblemáticas del verano en Asturias
El calor compitió con las ganas de diversión por el protagonismo en una de las fiestas del Xiringüelu más masivas de los últimos años. Alrededor de 40.000 personas disfrutaron de una de las romerías más populares del verano asturiano y repartidas entre las dos zonas del prau Salcéu, la de la jira tradicional e intergeneracional, con su habitual callejero de casetas (unas 170 este año) y la festivalera, al otro lado de las vallas que separaban ambos recintos, con sesiones de música electrónica a lo largo de toda la jornada y donde se congregó la parte más numerosa de los asistentes, convirtiéndose en una suerte de hormiguero multicolor a la vista desde el puente sobre el Nalón. Dos formas de entender la gran folixa de Pravia y un mismo deseo de pasárselo bien con todas las ganas.
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Eran tantas e irreprimibles que el prau comenzó a llenarse desde primeras horas de la mañana, aunque la apertura oficial de la fiesta tuvo lugar a las doce del mediodía con la ya clásica ceremonia de colgar al muñeco en la caseta del Ahorcáu, El 'Asturias patria querida' y 'El Xiringüelu', fueron coreados por el numeroso público que ya ocupaba buena parte del recinto festivo. A partir de ahí la romería popular no haría más que crecer y venirse arriba.
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La alegría y el buen humor se desbordaban a ritmo de culinos de sidra por todas las casetas, aunque en algunas como en la de Los Merucus, el entusiasmo era mayor por haberse llevado el Cuervón, a la caseta más guapa. Sus vecinos de enfrente de la también clásica peña Te Pica el Niki compartían euforia por volver a estar un Xiringüelu más a la buena sombra de los amigos de siempre, al igual que otros galardonados, los Deshidrataos, con el Cuervín (tercer premio) exhibido en una caseta desde la que rendían tributo a la cultura sidrera asturiana escanciando de un palo con Denominación de Origen. La superación de localismos es otra de las señas de identidad de la folixa praviana y ahí estaban un verano más peñas como Los Yabriegos, de Soto del Barco, el Consulado de Siero y otras de lugares como Salas, Mieres o Luanco. En la praviana El Busgosu se escenificaba la fraternidad interterritorial con el alcalde del concejo y socio de la peña, David Álvarez, departiendo amigablemente con el primer edil de Cudillero, Carlos Valle.
Un gran despliegue de seguridad velaba por el desarrollo feliz de la fiesta con más de 400 efectivos, entre Guardia Civil (250 agentes de diversas unidades), Policía Local, personal sanitario y de salvamento, además de vigilantes de seguridad privada. En los accesos, agentes de la Guardia Civil efectuaban controles y registros para evitar la entrada de drogas u objetos lesivos. Y en el hospital de campaña se preparaban para las incidencias. El prau Salcéu iba a vivir su día más largo. Finalmente fueron 219 atenciones sanitarias, la mayor parte de ellas, leves.
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