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Barbón fija el nuevo objetivo turístico de Asturias: 365 días como destino y tres millones de visitantes
El presidente del Principado defiende el modelo asturiano: «Lo nuestro nunca serán grandes urbanizaciones ni ciudades reducidas a parques temáticos»
Se puede decir que el Gobierno regional llegó al día de Asturias en Fitur con los deberes hechos. Los indicadores son objetivos y todos pintan con flecha verde hacia arriba. Y, ante lo incontestable, hasta la oposición no entró en ello, validando los avances en este ámbito.
Por eso, el presidente Adrián Barbón, a su habitual loor de multitudes que le rodea allá por donde pisa, y de lo que el recinto ferial de Ifema fue ayer buena prueba de ello, se sumó una retahíla de datos con los que Asturias se consolida, a su juicio, en la «primera división» del turismo. Aunque su mandato ya va camino de los cinco años, el punto y a parte -en lo turístico- lo marca la variante, lo volvió a repetir ayer: «Teníamos que convertir el enlace con la red de alta velocidad en el inicio de la década del cambio». Así que, con esas mismas, actualizó la cifra de billetes vendidos en los últimos dos meses (160.000), recordó los 200.000 a menos de 20 euros que están a punto de salir a la venta y los 5,5 millones reservados en el presupuestos para la promoción nacional e internacional del Principado.
Con esa palanca, Asturias cerró 2023 con 2,7 millones de visitantes que supusieron 6 millones de estancias, más de 600.000 fueron extranjeros y ha sido la comunidad autónoma con mayor aumento de ingresos turísticos. Esto ha servido para que el turismo haya alcanzado el 12% del PIB y trabajen casi 52.000 personas en el sector. Así que, entre el mareo de tanta exaltación de cifras y porcentajes, se coló un reto para el corto plazo: «Si hace unos años la meta era llegar a dos millones de turistas, ahora vamos camino de los tres millones». Para ello, como se anunció días atrás, una de las estrategias pasa por aumentar el número de conexiones aéreas, pasando de las 28 que se esperan para este año hasta los 38 destinos directos. Una ampliación de mercado que, como se dijo días atrás, pasará por Centroeuropa, países escandinavos y Suiza.
«No seamos rácanos con nosotros mismos porque en unos años todos los números que ahora nos parecen grandes logros quedarán achicados por el paso del tiempo», afirmó Adrián Barbón. El temor ahora es morir de éxito, y que eso que se repite tanto -también ayer-, lo de Asturias como «refugio climático», se acabe convirtiendo en algo que se vaya de las manos. Frente a ello, el presidente dejó claro que «no queremos un turismo de aluvión masificado» y reivindicó a la región como «destino de calidad» que, añadió, no pone en riesgo nuestros valores culturales, naturales, como la costa mejor protegida de España».
La estrategia turística del Principado pasa ahora por lograr la ansiada desestacionalización y que «Asturias sea un destino permanente los 365 días del año». Para ello, en el día que Fitur dedica a la región se enumeraron actividades como la marca Cocina de Paisaje, las siete reservas de la biosfera, la celebración de los mil años del monastario de Cornellana y las rutas jacobeas, incluido el Camino Primitivo y el Camín de los Santuarios.
«Ya estamos en la primera división turística», reiteró Adrián Barbón en un estand abarrotado y que el presidente aprovechó para reivindicar una vez más al expresidente Pedro de Silva, por su adelantada visión del potencial turístico de la región. «Lo nuestro nunca serán grandes urbarnizaciones ni ciudades reducidas a parques temáticos, inmensos decorados carentes de vida propia», concluyó.