«Me gustaría llegar a un público más amplio y que participen los jóvenes»

Nació en Barcelona, en 1956, sin embargo, sus raíces son asturianas, de Salas, para más señas. «Soy asturiano por los cuatro costados», le gusta contar. Es decir, hay muchos aspectos para comenzar su presentación, pero hay uno muy claro: defenderá y engrandecerá los cursos de La Granda, porque su entusiasmo, empeño, conocimiento y cariño hacia este proyecto se remonta a hace muchos años.

–Felicidades. ¿Cómo se siente?

–Me siento muy honrado con una gran responsabilidad y con el deseo de cumplir las expectativas.La Granda siempre tendrá un peso especial, es un proyecto estupendo y creo que puede propiciar una imagen de Asturias del mejor nivel.

–Su presentación oficial en esta tierra será en abril o mayo.

–La Granda es una asociación privada. En la última reunión de sus miembros se tomó la resolución de designarme presidente y a Velarde, presidente de Honor. El acuerdo ya es operativo y más adelante se inscribirá en el Registro de Asociaciones. El resto de la directiva se nombrará en esa reunión en Asturias.

–¿En esa fecha se presentará ya el contenido de los cursos que se celebrarán este verano?

–Esa es la idea. Espero que, más o menos, esté cerrado ya el programa o la mayor parte de las ponencias.

–¿Nos puede adelantar algún contenido?

–Volveremos a abordar temas actuales y que tengan interés. Por ejemplo, hablaremos de demografía, tecnología, el futuro de la justicia y, por supuesto, de Ucrania. También quiero hacer un recordatorio a personalidades de Asturias o que tienen que ver con esta tierra, por ejemplo, recordaremos la obra y figura del historiador John H. Elliott, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1996, que acaba de fallecer.

–¿Qué ponentes participarán?

–Voy a intentar que sean de primer nivel, los mejores.No hace falta que haya ocho para cada curso, lo importante es que sean menos pero muy relevantes.

–Ha nombrado usted a Velarde, al que sustituye en el cargo y que pasará a ser presidente de Honor. ¿Qué puede decir de él?

–Con Velarde, aparte de que me une una amistad de hace muchos años porque mi padre y él ya se conocían, es una referencia intelectual y con un prestigio en el mundo de la economía, fuera de toda duda. El hecho de que él mismo haya sido el que me haya propuesto para este cargo y para sucederle y que deposite su confianza en mí es un enorme honor.

–Ha dejado el listón muy alto. ¿Va a seguir una línea continuista?

–No va a haber una ruptura, seguiremos en la misma estela aunque, como es lógico, llevaremos a cabo algunas innovaciones, ya que los cursos de La Granda se caracterizan por estar pegados a la actualidad y tratar lo que interesa a la sociedad.

–¿Están cerradas las fechas?

–Estoy manejando el calendario y quiero que se hagan en agosto porque es el momento mejor para que la gente pueda participar.

–¿Ampliará los días?

–Hay que ver la financiación y la disponibilidad de las personas; aún no puedo afirmarlo.

–¿Qué le falta a La Granda?

–Me gustaría llegar a un público más amplio, que participen los jóvenes, estrechar la relación con la Universidad de Oviedo y llegar a un público más amplio. Se trata de mantener lo mejor del pasado y seguir avanzando porque este es un proyecto estupendo que ha crecido en prestigio. Como curso de verano tiene la máxima reputación y eso se debe a que han estado al frente personalidades claves como es el caso de Teodoro López-Cuesta y, posteriormente, Juan Velarde; son personas irrepetibles. También gracias a la implicación de empresas como RenyPicot que ha financiado la actividad y siempre entendió la importancia y el valor que tenía este proyecto.

–Su vinculación siempre ha sido estrecha. Conoce perfectamente la dinámica. No hace falta que se la cuente su antecesor.

–Conozco La Granda desde hace años. Estuve como alumno y, en los últimos años, participé dirigiendo cursos. El pasado verano, por ejemplo, acudí a hablar de la pandemia y sus consecuencias.

–¿Cómo explicaría su evolución?

–Va pareja a la propia evolución de la sociedad.Todos los cursos se han ido adaptando a un mundo que no es el mismo que cuando nacieron, allá por 1979. Ahora tiene un funcionamiento más dinámico. Es importante tener en cuenta estos cambios porque hay modelos que ya han quedado obsoletos. Las viejas conferencias que duran dos horas ya no tienen sentido. La Granda es una marca con una filosofía y unos objetivos muy concretos pero eso no quiere decir que no camine pareja a la evolución del mundo.

–Usted preside la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Dígame cuál es la función de esta institución.

–Es una institución que actúa como conciencia de la sociedad para atender a los temas importantes, no para el día a día, sino para los grandes temas que nos preocupan, desde el futuro de la Constitución al demográfico. Por ejemplo, el día 18 celebraremos una mesa redonda sobre Ucrania con ponentes de primer nivel y en la que estará la asturiana Paz Andrés. Este tipo de actos los hacemos permanentemente. La idea es llegar a un público más joven, que es lo que quiero hacer en La Granda. Todos los martes un académico presenta una ponencia; la pasada semana versó acerca de la banca del siglo XXI.

–¿Son reuniones privadas?

–Sí. Hay otras que no. De hecho, estamos empezando un programa para actividades fuera de Madrid. Ya hay una prevista para Sevilla y yo estoy pensando en hacer algo en Asturias. Me hace mucha ilusión.

–Es miembro, además, del Consejo de Estado y del Instituto de España.

–Sí . Eso es así por ser presidente de la Academia.

–Iba a preguntarle qué hace en su tiempo libre, pero no sé si ese concepto le es ajeno.

–En realidad, yo soy un profesor de Universidad. Soy un gran lector y muy viajero. Además, tengo una familia estupenda, una mujer y dos hijos.