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Integrantes de la Brigada de Salvamento Minero, en Cerredo. Damián Arienza

Los integrantes de la Brigada de Salvamento Minero de Asturias dimiten en bloque tras acumular más de 9.000 horas impagadas

Denuncian el «total abandono del cuerpo» por parte de Sepi y Hunosa y su «paulatino desmantelamiento» al no existir relevo generacional

Jueves, 20 de noviembre 2025, 10:21

«Nadie se queda dentro». Con ese compromiso lleva trabajando desde 1912 la Brigada Central de Salvamento Minero, que ha intervenido en algunas de ... las tragedias más dolorosas de los últimos tiempos, del reciente accidente de la mina Cerredo al rescate del pequeño Julen en un pozo de Totalán (Málaga). Una historia heroica que puede estar a punto terminarse, porque diecinueve de los veintiún integrantes de este cuerpo especial de emergencias acaban de renunciar a sus puestos tras acumular más de 9.000 horas extraordinarias impagadas y «años de incumplimientos laborales», según acaban de denunciar. Los miembros de la Brigada reclaman, además, la vuelta a sus destinos originales, ya que su pertenencia a este organismo es voluntaria, lo que, en la práctica, supondría su desaparición.

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En concreto, los brigadistas lamentan el "abandono total del cuerpo" por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) y de la dirección de Hunosa, al no dotarlo de una plantilla suficiente, incumplir los acuerdos laborales y salariales que vienen rigiendo desde hace años por sus estatutos y «favorecer, de facto, su desmantelamiento paulatino al no existir relevo generacional».

Se refieren los integrantes del cuerpo a la falta de cobro de «miles» de horas extra que han venido acumulando a lo largo de los años por "doblar y hasta triplicar" turnos para garantizar la prestación de sus servicios ante la «falta de personal». Y «esta falta de personal se ha resuelto a costa de la acumulación de miles de horas extraordinarias que ahora la empresa se niega a abonar, pretendiendo compensarlas por descansos», denuncian, dadas las peculiaridades de su tarea.

"La base del problema es que nunca fuimos el número de personas que deberíamos haber sido. Tendríamos que ser veinte brigadistas, además de los conductores y los mandos, pero, ahora mismo, somos trece", explicó a EL COMERCIO uno de los portavoces de los trabajadores, que vieron cómo a principios de septiembre, en la liquidación de la nómina de agosto, desaparecía el pago de las horas extra que hasta ese momento venían percibiendo "con cierta flexibilidad, no mes a mes", y "optando a veces por convertirlas en descansos" que a duras penas podían disfrutar: "Íbamos cambiando algunas, pero, al ser tan poco personal, tampoco podemos descansar. Aquí no hay conciliación ni hay nada. Aquí, simplemente, hay trabajo, trabajo y trabajo".

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Una acumulación de excesos de jornada que responde a que la Brigada Central de Salvamento Minero, fundada en 1912 y gestionada por la Asociación de Salvamento de Minas (ASM) -que agrupa a diversas empresas mineras encabezadas por la hullera pública-, mantiene un servicio de asistencia presencial 24 horas al día, siete días a la semana, ante posibles emergencias en espacios industriales y otros equipamientos.

"La operativa exige que las instalaciones del Pozu Fondón, sede de la Brigada, nunca se queden vacías, por lo que cada salida a un servicio, sea de la índole que sea, obliga a que otro equipo se persone en esa sede en menos de veinte minutos, algo que ocurrió, por ejemplo, con el accidente de Cerredo", donde recuperaron el cuerpo de cinco mineros fallecidos y rescataron a cuatro heridos. Y, para mantener ese funcionamiento histórico, "se obliga a los brigadistas a que doblen turnos de manera continuada y reiterada", algo que -precisan- es "consecuencia de una gestión empresarial deficiente y de una dirección incapaz de dotar a la Brigada de los medios humanos necesarios, optando por sostenerla a costa de los propios trabajadores".

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Y a todo esto se suma que los brigadistas tienen, por convenio, un horario de 7 horas y 10 minutos, al ser personal de interior de mina, lo que genera 50 minutos extraordinarios diarios para dar cobertura a tres turnos de ocho horas. "Unos minutos que se venían pagando con normalidad y que también han dejado de abonarse", puntualizan.

"Tienen hasta el 7 de diciembre para arreglarlo"

Pero es que, además, la Brigada de Salvamento Minero también ofrece asesoramiento y formación especializada en trabajos en espacios confinados y en atmósferas explosivas, microvoladuras o extinción de incendios, y colabora habitualmente con otros organismos como Protección Civil, el Servicio de Emergencias del Principado, la Guardia Civil o la Unidad Militar de Emergencias. "El problema de que desaparezca la Brigada de Salvamento Minero no es solo para Hunosa. Es que damos cobertura a todas esas entidades asociadas a nosotros. Que desaparecemos ye un lío muy gordu. Tienen hasta el 7 de diciembre para arreglarlo, porque entonces se cumplirán los 30 días de plazo, y o nos dan una respuesta o nos devuelven a los pozos y la Brigada cierra sus puertas".

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Los brigadistas cuentan que llevan "intentando gestionar el conflicto por la vía del diálogo desde principios de septiembre. Pero han ido pasando de nosotros, dándonos largas y vueltas. Y es muy triste que digas que quieres seguir manteniendo un servicio que cada vez más a ser más importante, viendo las catástrofes que están pasando a consecuencia del cambio climático, pero no hagas nada".

Lo que sí tienen claro es que prestarán sus servicios con el mismo compromiso que llevan demostrando hasta ahora, les paguen o no: "Hasta el día que nos saquen de aquí, vamos a cumplir milimétricamente, a acatar las normas de funcionamiento de forma estricta y a salir por la puerta grande. Y, al final, confiamos en que, a nivel político, se vuelquen y decidan. Si se quiere apostar por la Brigada, que se vea. Y, si no, que lo digan".

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Hunosa busca solución para un servicio "de máxima importancia"

Hunosa, por su parte, emitió a primera hora de la tarde un comunicado en el que considera "de máxima importancia el servicio que presta la Brigada Central de Salvamento Minero, cuya plantilla está íntegramente formada por trabajadores de la compañía", recuerdan, al tiempo que desmienten "que exista cualquier voluntad de desmantelar el servicio". Por el contrario, la empresa subraya "su firme compromiso para garantizar su continuidad, reconociendo tanto su papel histórico como su aportación imprescindible a la protección de los trabajadores y de la sociedad civil, no solo en el ámbito de la minería, sino también en múltiples escenarios donde se requiere intervención especializada".

Asimismo, aclaran que "la Brigada Central de Salvamento Minero ha extendido sus servicios en los últimos años, ampliando sus funciones más allá de las labores de rescate en entornos subterráneos e incorporando, entre otras, actividades de formación técnica y operativa dirigidas a profesionales de distintos sectores". Una diversificación que "ha permitido ampliar su campo de actuación y garantizar el futuro de la Brigada, reforzando su utilidad social y asegurando la continuidad de un servicio esencial", por lo que "Hunosa está trabajando en la solución para que el cuerpo de seguridad siga prestando un servicio de 24 horas los siete días de la semana".

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