Buscan a los familiares de Belarmino Álvarez, uno de los asturianos fusilados en 1939 en Celanova
Era minero de profesión y natural de la localidad de Sama, estaba casado con una mujer llamada Ángeles y tuvo una hija, Elena
E. C.
Gijón
Miércoles, 5 de julio 2023, 18:27
Belarmino Álvarez García era minero y apenas tenía 30 años cuando fue fusilado y enterrado en una fosa común en Celanova el 22 de septiembre de 1939. El Comité de Memoria Histórica de la comarca de Celanova busca a los familiares de este minero, cuyos restos fueron exhumados el pasado diciembre y no han sido aún reclamados por nadie.
Natural de Sama (Langreo) y vecino también de Santa Ana, en Oviedo, estuvo afiliado a la CNT desde 1934, sus padres se llamaban Manuel y Florentina, estaba casado con Ángeles y tuvo una hija llamada Elena. Fue capturado por las tropas franquistas el 21 de octubre de 1937 junto con otros seis milicianos republicanos asturianos, «los últimos de Gijón», cuando trataban de huir en un barco llamado Gaviota.
Según consta en la documentación manejada por esta agrupación, que busca mantener la memoria histórica de los represaliados por el régimen franquista, este hombre fue fusilado en Celanova el 22 de septiembre de 1939, es decir, varios meses después de finalizada la guerra civil de la que salió victorioso el dictador Francisco Franco Bahamonde.
Físivamente, tal y como consta en la ficha de Belarmino elaborada por el grupo Histagra de la Universidad de Santiago de Compostela, era moreno, tenía barba y medía 1,70.
«Los últimos de Gijón»
El más joven tenía solo 19 años. Y los siete cayeron fusilados el 22 de septiembre de 1939 a manos de fascistas contra la tapia del cementerio de Celanova (Galicia). Se llamaban Baldomero Vigil-Escalera Vallejo (pintor de 19 años); Marcelino Fernández García (mecánico, de 21); Guillermo de Diego Álvarez (chófer, de 25); Alfonso Moreno Gayol (chófer, de 26); Abelardo Suárez del Busto (albañil, de 28); Belarmino Álvarez García (minero, de 29) y Mariano Blanco González (litógrafo, de 36). Mierenses, langreanos y gijoneses salvo Alfonso Moreno, nacido en Salamanca aunque también residente en Gijón. Y sus nombres ya no se borrarán de la Historia porque el Comité de Memoria Histórica da Comarca de Celanova ha logrado, después de un año buceando en archivos históricos y militares, reconstruir «quiénes, dónde, por qué».