El Antroxu de la zona oeste llenó las calles para pedir «que deje de llover carbón en el barrio»

«¡Quiero que en el barrio oeste deje de llover carbón!». Los aplausos, gritos y silbidos respondieron inmediatamente al pregón carnavalero de Carmen Castillo, vecina encargada de dar el pistoletazo de salida al Antroxu de la zona oeste, que no perdió la oportunidad de reivindicar un ambiente limpio. La calle Pachín de Melás estaba abarrotada de pequeños Van Gogh, Miércoles Addams y mini superhéroes que buscaban ansiosos a la sardina para sacarse una foto con ella. «¡Yo quiero palomitas!», repetía una y otra vez Pablo, de 6 años, vestido de 'fantasmita' junto al resto de sus compañeros del colegio Lloréu.

Para la familia compuesta por Javier Ruiz, Vicky Pérez y Asier, de 8 años, lo que estaban viendo era toda una novedad. Se mudaron de Blimea hace poco y nunca habían vivido el Antroxu con tantas ganas. Iban los tres ataviados con el traje de Mario Bros «porque lo eligió el peque», que lo único que quería en aquel momento era encontrar a sus amigos. Vera, de 9 años y alumna del colegio Príncipe de Asturias -donde los alumnos decidieron disfrazarse de personajes de cómic-, confesaba con timidez que eligió ir de Hulka «porque cuando me enfado me pongo mucho como ella». Su amiga Carmen, con un traje de Goku, matizó que «íbamos a ir todas de anime, pero al final solo fui yo».

Aunque se pudo ver alguna que otra dama de corazones, la auténtica reina del desfile fue Isardina Windusrf, que encabezó el pasacalles rodeada de cientos de escolares de los centros de la zona, las charangas, la entidad social Mar de Niebla y todo el que quiso sumarse a la fiesta. En el colegio Atalía eligieron temática de obras de arte. Van Gogh, Frida Kahlo, María Antonieta o Picasso fueron los que más éxito tuvieron. «Yo pinto de muchos colores», contaba la pequeña Adriana, de 3 años. Los alumnos del Miguel Hernández representaron la mitología asturiana, el proyecto en el que están trabajando este año: «Son nuberus, xanas, cuélebres y busgosus», explicaba Beatriz Martínez, presidenta del AMPA.

Y con ellos, las charangas. Os Brasileiros do Xixón y Xaréu nel Ñeru pusieron ritmo y movimiento al desfile para terminar el primer día de carnaval con una gran chocolatada en el Lloréu.