«Los coches pasan por Camuño como si circulasen por la N-634 y esto es un camino vecinal»
Los vecinos exigen que el Ministerio de Transportes se responsabilice de los daños en la vía, pues está soportando el tráfico entre Cornellana y Salas
BELÉN G. HIDALGO
SALAS.
Domingo, 16 de mayo 2021, 05:50
Prudencia y responsabilidad. Son las demandas de los vecinos del pueblo salense de Camuño, que los usuarios de la N-634 cruzan para sortear el argayo y evitar el desvío por Soto de los Infantes. Desde la villa salense toman la AS-369 y si dejan atrás Cornellana, llegan a través de la carretera local SL-4, que da acceso a Lorís. «No queda otra que armarse de paciencia. La gente tiene que moverse», afirma, con resignación, la vecina Manolita Rodríguez, que critica, sobre todo, el exceso de velocidad.
Desde hace un mes, el sentido de circulación en el pueblo se ordenó para evitar el caos vivido aquel 16 de abril que se desplomó la ladera sobre la N-634. La carretera es un camino vecinal estrecho. En algunos puntos no se cruzan dos vehículos. «Desde las 7.30 horas de la mañana no dejan de pasar coches. Pasan por el pueblo como si circulasen por la carretera nacional, pero no se dan cuenta de que están cruzando un barrio», lamenta la vecina María Denis Menéndez, que pide a los usuarios que sean más prudentes.
La situación resulta innegable para esta vecina, que ya controla hasta los tiempos. «Por aquí pasan los que vienen desde Cornellana y como hay un semáforo donde la obra, cuando se cierra ese semáforo es el momento en que no pasan coches», relata en uno de esos minutos de tregua.
Menéndez sostiene que este desvío está siendo utilizado por «la mitad de los usuarios de la carretera nacional», dice, tras subrayar que esta opción se había pensado solo para uso residencial, pero hoy es el plan B al gran rodeo. Enrique Fernández lo suscribe. «Ahora mismo, pasan más coches en un día que antes en un mes», apunta este vecino.
Daños colaterales
Es, precisamente, ese volumen de tráfico y las condiciones de la propia carretera, lo que preocupa a los vecinos. «No podemos negar el paso, pero no está pensada para 400 coches diarios. Me llegué a tropezar hasta cinco camiones de diferente tonelaje, uno de ellos de transporte. El GPS los trae por aquí, nos dicen», señala el vecino Juan Carlos del Campo, que no duda en alzar la voz para reivindicar responsabilidad a las administraciones. «Quien rompe paga. Si Carreteras del Estado cortó la N-634 y se tiene que desviar por aquí el tráfico, que se haga cargo de esta carretera», exige, tras recordar los infortunios de las obras de construcción de la autovía A-63.
Como el resto de los vecinos de Camuño, temen que el deterioro de esta carretera «que nos costó año que se arreglase» no lo asuma ninguna Administración y que, superada la situación del argayo, nadie asuma las actuaciones necesarias de mantenimiento. Ayer, a través de la asociación vecinal, se exigió que se acreditase a la comunidad que el Ministerio de Transportes se responsabilizaría de esos daños colaterales del argayo, que garantice que la carretera estará en condiciones cuanto todo esto pase.
El colectivo vecinal asegura que si no logran ese compromiso, no dudarán en tomar medidas. No descartan, incluso, cortar la carretera. «Nosotros no somos los responsables, pero sí los sufridores», concluye Del Campo.