Con el corazón en Líbano y Mali

El jefe del regimiento, el coronel Manuel Pérez, recordó a esos 200 infantes que realizan patrullas en el extranjero. «A pesar de la distancia, los sentimos muy cerca de nosotros», explicó. Es más, apuntó que «están sirviendo a España lejos de nuestras fronteras y están haciendo un cometido por el beneficio de la seguridad de todos los españoles. Para nosotros es un orgullo y lo mínimo es acordarse de ellos y de sus familias», apuntó el coronel, quien indicó que, hasta el momento, en la misión de los militares asturianos en Líbano «va todo bien». «El aterrizaje en la zona fue tranquilo, hubo un buen relevo y ahora están haciendo los cometidos de manera normal, están totalmente operativos».

Presidió la parada militar el general de brigada José Ramón Pérez, quien estuvo destinado en el acuartelamiento Cabo Noval en sus tiempos de capitán y de teniente coronel. Por eso, aseguró que «para mí es un lujo volver a Asturias y estar en el regimiento». Es más, rememoró los tiempos en los que también participó en misiones internacionales: «Los compañeros que están en operaciones siempre traen un recuerdo especial y de alguna manera también nos hacen vivir los tiempos en los que estuvimos con ellos estas misiones».

El general de brigada hizo además referencia a las mejoras tecnológicas que podría recibir el Regimiento Príncipe 3 dentro del programa denominado Fuerza 2035, «con vistas a la mejor formación conceptual y de sistemas de armas, de protección, de dejar menor huella logística, etcétera, para nuestro Ejército. El Regimiento Príncipe, dentro de la unidad transportable, como unidad puntera dentro del Ejército de Tierra, estará en los primeros puestos para recibir los mejores sistemas». Y uno de ellos es el vehículo blindado CVR 8x8, que se prevé se construya en la Fábrica de Armas de Trubia. «La Dirección General de Armamento y Material está planteándose la adquisición de un nuevo vehículo con una mejor protección, los mejores sistemas de información y la tecnología más avanzada. Esperemos tenerlo disponible lo antes posible para ese concepto de Fuerza 2035», señaló.

Los avances tecnológicos son fundamentales para el Ejército actual, pero los infantes siguen siendo imprescindibles porque «el terreno hay que pisarlo. Si no, al final no se cumple la misión y hablamos de las actuales que básicamente son misiones de control de zona y hay que estar en el terreno», recordó el coronel Manuel Pérez.

Y ese trabajo de los militares asturianos fue reconocido ayer con la entrega a cerca de una cincuentena de ellos de diversas condecoraciones, como la placa y la encomienda de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la cruz militar con distintivo blanco y las cruces a la constancia en el servicio en las categorías de plata y bronce. Pero si hubo un reconocimiento especial fue el que recibió Obdulio Abilio Díaz Antuña, inspector jefe de la Unidad de Intervención Policial IX de la Policía Nacional en Asturias, «por su apoyo y asesoramiento continuados para perfeccionar la formación en materia de control de masas para nuestro personal destinado en el exterior», explicó el jefe del acuartelamiento. El inspector jefe recibió la boina del regimiento y un diploma conmemorativo.

También especial fue la despedida del teniente César Rogelio Campos Fernández, que pasa a la reserva y que se despidió de la bandera del regimiento prestando de nuevo juramento a la enseña nacional.

Mucho público siguió con atención todos los actos que se desarrollaron en la explanada central del recinto militar y uno de los que causó mayor impresión fue el homenaje a los caídos, siempre al son de 'La muerte no es el final', interpretado por todos los militares asturianos. Le siguió el himno de Infantería, 'Ardor guerrero', para, a continuación, retirarse la Fuerza y llevar a cabo el tradicional desfile en la avenida principal del cuartel. En esta ocasión, participaron únicamente las unidades a pie de los batallones Toledo y San Quintín, sin utilizar ninguno de los vehículos que tradicionalmente se muestran a los asistentes.

Finalmente, militares e invitados, entre los que se encontraban, entre otros, el presidente de la Junta General del Principado, Pedro Sanjurjo; la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; y el alcalde de Siero, Ángel García, pudieron disfrutar de un almuerzo de confraternización. Una vez más el pueblo asturiano respondió a la llamada del acuartelamiento Cabo Noval. El coronel no pudo ocultar su satisfacción por tan nutrida asistencia: «Demuestra lo que he visto en varias ocasiones desde mi llegada aquí, el gran cariño que tiene el pueblo asturiano al regimiento. Teniendo en cuenta que nos faltan 200 familias, la cantidad de gente que nos ha acompañado ha sido importante, con lo que estamos encantados».

Pero todos los efectivos de Cabo Noval continúan su trabajo diario para estar preparados en caso de que sean desplegados para cualquier misión. Como recordó el coronel, «el Regimiento de Infantería Príncipe 3 está listo y deseoso de ser enviado allá donde los intereses de España lo requieran».