Coronavirus en Asturias | El Principado levanta las restricciones al oriente y pide extremar las precauciones

Los contagios por coronavirus se desplomaron ayer a 16 nuevos positivos, una jornada en la que se registró otro fallecimiento y en la que el Principado decidió levantar la alerta naranja en los cinco concejos del oriente. De los nuevos afectados, uno precisó hospitalización, mientras que el resto están asintomáticos o leves y permanecen en aislamiento en sus domicilios. Con ellos, se sitúan en 3.693 los casos confirmados desde que comenzó la pandemia. Donde no hubo más casos contabilizados fue entre el personal sanitario, continúan siendo 760 los casos.

El fallecido es un usuario la residencia de mayores de Arriondas que estaba ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Con su muerte, se elevan a 344 los decesos por el virus en los siete meses que llevamos de pandemia.

En los hospitales, la situación cambió levemente. Siete pacientes que contrajeron esta enfermedad permanecen hospitalizados en la UCI mientras que 33 están en planta, tres menos que la jornada anterior. Pese a que los datos recabados este lunes no se contabilizase ningún alta, según pudo confirmar EL COMERCIO, ayer abandonó el Credine la primera usuaria de 86 años que se había contagiado en el centro gerontológico Montevil y que había sido trasladada al Centro de Referencia Estatal para personas con Discapacidades Neurológicas de Langreo. Con su recuperación, se elevarían a 2.195 las altas epidemiológicas.

Por su parte, el oriente asturiano recibió ayer un balón de oxígeno. Tras transcurrir 14 días desde que se declarara la alerta naranja en Parres, Cangas de Onís, Ribadesella, Llanes y Cabrales, el Principado anunció ayer el levantamiento de dicha medida. Esta decisión fue comunicada, según indicó la Consejería de Salud, a los alcaldes de los cinco concejos afectados. Salud revisó la evolución epidemiológica en la zona, así como la existencia y control de «puntos calientes» en el territorio, y tras constatar que «la situación está contenida», decidió suspender la alerta, aunque mantendrá «una vigilancia estrecha». Tras esta decisión, la comisión de seguimiento -integrada por los municipios, la Federación Asturiana de Concejos, la consejería de Salud y la Delegación del Gobierno- se reunirá semanalmente para seguir evaluando la situación durante al menos otros 14 días.

En los concejos del Oriente, el fin de la alerta naranja deja lecturas dispares. En Cangas de Onís, donde el alcalde, José Manuel González Castro (PP), había exigido explicaciones sobre por qué estaba su municipio incluido al contar con tres casos al inicio de la declaración, el sentir es que «siempre se hicieron las cosas bien», tanto en estas dos semanas como con anterioridad. «Gracias al buen trabajo de empleados, empresarios y ciudadanos se consiguieron unas cifras muy buenas. Es llamativo que con la cantidad de visitantes que tuvimos en verano las incidencias fueran mínimas», destacó el regidor.

En Parres y Ribadesella, Emilio García Longo (PSOE) y Ramón Canal (PSOE) indican por su parte que la suspensión «no quiere decir que haya un riesgo cero», por lo que «no se debe bajar la guardia. Esto se planteó como una alerta porque se estaba relajando la precaución y la situación estaba empezando a ser preocupante. Ahora hay una evolución positiva, pero el virus sigue ahí», recordó García Longo.

En otro orden de cosas, la consejera de Derechos Sociales y Bienestar del Principado, Melania Álvarez, solicitó dotar de la financiación «suficiente» a los sistemas de los servicios sociales en el conjunto del país para afrontar los retos de la pandemia y los asuntos «ordinarios» como la atención a la dependencia. Estas declaraciones las formuló tras la reunión de coordinación y seguimiento de los efectos de la covid-19 en el conjunto del país, convocada por el secretario de Estado de Derechos Sociales, Ignacio Álvarez.