Los hospitales aplicaron la vacuna a personal no sanitario, de contratas y liberados

En el Área III, con cabecera en Avilés, por ejemplo, ya se ha aplicado la primera dosis a más de un 80% de la plantilla y también a trabajadores de seguridad, mantenimiento y otros servicios externalizados, según confirmó el gerente, Ricardo de Dios, mientras que en otras este mismo personal aún no ha recibido la vacuna. «Empezamos por la primera línea, pero aprovechamos el 100% de las dosis que nos mandan», señala.

Oficialmente, este adelanto de la vacunación a personal de segunda línea y no sanitario se debe a la imposibilidad de aplicar las dosis a personal de primera línea que se encuentra de baja o en cuarentena, o que ha renunciado a esta posibilidad. No obstante, la situación ha generado un cierto malestar en algunos colectivos, sobre todo esta semana que los viales han comenzado a escasear y se han recibido menos de los que en principio se esperaban.

En Castrillón, sin ir más lejos, se ha generado un cierto revuelo por la vacunación de la concejala de Derechos y Servicios Sociales, Carmen Piedralba, que ella misma difundió en sus redes sociales, con el objetivo de «animar a la gente a vacunarse». Piedralba es auxiliar de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos del San Agustín, pero actualmente está liberada para realizar funciones sindicales. Ella, lo mismo que la Agrupación Socialista de Castrillón a la que pertenece, defienden que acudió a la llamada del Sespa y que le correspondía la vacuna por ser personal sanitario y trabajar en el hospital.

Clínicas privadas

También otros liberados sindicales recibieron su primera dosis ya en enero en el área avilesina, mientras que en otras aún no se les ha aplicado. En el San Agustín se ha aplicado también a trabajadores de servicios como el de Urgencias que tampoco ocupan sus plazas ahora mismo, pero que podrían ser susceptibles de hacerlo en caso de que hubiera necesidad. Quienes no se han vacunado, en cambio, son los miembros del equipo directivo, que no lo harán hasta el final. Ahora el objetivo es completar la inmunización de usuarios y trabajadores de residencias de mayores y de todo el personal de centros de Atención Primaria y Especializada. También se comenzarán a poner las primeras dosis a la atención domiciliaria y a los grandes dependientes que viven en sus hogares.

En el Hospital de Cabueñes y en el HUCA también hay cierto malestar por el ritmo de vacunación y los grupos seleccionados para estas primeras fases, ya que no todas las áreas están aplicando criterios idénticos. Fuentes sanitarias del Área V (Gijón) se quejaron «porque hay personal sanitario, como los que trabajan en radiodiagnóstico, que no han sido vacunados, mientras que gente de despachos, sí». Tal extremo ha sido negado por los responsables del centro sanitario gijonés. En el HUCA, «hay aún 2.500 trabajadores sin vacunar, pero sí han vacunado a personal de clínicas privadas», apuntan fuentes sindicales.