La hostelería empieza la desescalada en unas «condiciones nefastas» para su supervivencia

Tras cuarenta días de travesía en el desierto, llenos de continuas manifestaciones, la mayor parte de la hostelería reabre hoy sus puertas. Eso sí, en «condiciones nefastas», como denuncian miembros del colectivo. Bares, cafeterías y restaurantes tendrán que poner las sillas de diferentes mesas a dos metros de distancia. La barra, cerrada. Cuatro personas como mucho en cada mesa, tanto en el interior como en la terraza, y aunque la familia tenga más de dos hijos. Y a partir de las diez de la noche habrá que ir recogiendo para estar en casa a las once, ya que se amplía una hora el toque de queda.

Todo ello después de más de un mes con apenas ingresos: cafés, pinchos y envíos a domicilio. Y los 20 millones de euros de ayudas del Principado se están tramitando y aún no han llegado.

Es complicado saber cuántos locales suben hoy la persiana y cuántos piensan que, con estas limitaciones, no compensa hacerlo. Con unos 2.000 asociados en toda la región, el presidente de la patronal Otea, José Luis Álvarez Almeida, señala que la «sensación general» es que «entre el 70% y el 80%» de negocios reabrirán. «Quizá no todos hoy mismo, pero sí a lo largo de la semana», afirma.

La plataforma Hosteleros con Conciencia (HCC), que aglutina a un centenar de establecimientos, estima que alrededor de un 40% seguirán con el candado puesto. Y el presidente de Asturias Suma, Jacobo Méndez, asegura que «después de un mes de cierre, a la mayoría no les queda más remedio que abrir, pero en condiciones nefastas» para su supervivencia. Opinión que comparte buena parte del sector. Esta plataforma ha anunciado, además, sendas demandas colectivas contra el Gobierno nacional y el asturiano, por cerrar el sector.

Los miembros de Gascona, el Bulevar de la Sidra de Oviedo, han asegurado que abrirán gradualmente a partir de mañana.

Un factor clave para tomar la decisión de abrir o no, según HCC, es el número de empleados de cada local. Según la asociación, los que tienen varios asalariados, con sus correspondientes cotizaciones sociales, tienen menos incentivos para abrir. Eso se debe al tipo de ERTE al que ahora deberán acogerse quienes renuncien a trabajar. Desde el pasado 4 de noviembre hasta ahora, los expedientes eran por impedimento de actividad, dado el cierre decretado por el Principado, y ello eximía a las empresas con menos de 50 trabajadores de pagar Seguridad Social, y las de más de 50 sólo debían abonar un 10%.

Con la situación que comienza hoy, los empresarios deberán pagar el 100% de las cotizaciones de los que se incorporen a su trabajo, u optar por un ERTE de limitación de actividad, que fija otras condiciones: pago del 15% este mes y del 20% el que viene si el negocio tiene menos de 50 empleados. Los de una plantilla superior deberán abonar un 25% este mes y un 30% el siguiente.

De los 25.000 empleados del sector hostelero en Asturias, hasta hoy estaban acogidos a un expediente temporal más de 13.000, según datos de la Dirección General de Empleo.

Que hoy vuelvan a abrir los bares y restaurantes no significa que el sector vaya a detener sus protestas y reivindicaciones. La semana pasada, desde Otea acusaron al Gobierno regional de aprobar un «cierre encubierto» que «hace imposible la actividad para muchos negocios, sobre todo para los más pequeños», y avanzaron que seguirán «alzando la voz, le pese a quien le pese».

Diciembre está a punto de pasar el ecuador. Es el mes que para muchos hosteleros supone el 30% de todos los ingresos del año, un año que en este caso ha sido demoledor. Por eso lamentan también que el toque de queda no se haya aplazado hasta las doce, ya que eso «impide servir las cenas», que es una de sus principales vías de ingresos, sobre todo en fechas navideñas.

El sector también insta al Gobierno nacional a aprobar un «plan de rescate» para todo el sector, similar «al que recibieron en su día la banca, la minería o la naval».