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Un silencio que «durante muchos años fue tabú» sigue marcando la historia de los deportados a los campos de concentración nazis durante la guerra. Por ... eso, hablar de lo que fue una realidad no tan lejana sigue siendo una asignatura pendiente que desde este miércoles puede verse en La Lechera de Cancienes.
A través de una veintena de paneles, la exposición 'Stolen Memory' trata de recuperar y visibilizar parte de esa memoria a través de imágenes de objetos robados a los presos en campos de exterminio nazis. Anillos, pulseras, rosarios, fotografías... reflejan la identidad de algunas de las personas que fueron condenadas a trabajos forzados durante la guerra.
El historiador Antonio Muñoz es el encargado junto a Arolsen Archives de Kasel, en Alemania, de contar la historia de algunas de estas personas y poner en contacto los objetos con sus familiares. «Hace años acudí al mayor archivo europeo sobre trabajos forzados y coincidió que había unas jornadas, como estas, y se trataba de hablar cómo se hacía la transmisión de la memoria a las nuevas generaciones. La gente de otros países de Europa aseguraba que había muchos trabajo respecto a esto, pero en España nos queda muchísimo por hablar», señaló Muñoz durante la presentación de la exposición.
Carmen María Fernández, historiadora y organizadora de la exposición, explicó que el acto se enmarca en la presentación de las jornadas de memoria democrática que se llevarán a cabo en octubre en el concejo. «Se trata de recuperar la memoria, porque aunque parezca mentira tanto los nietos como los biznietos de las víctimas son lo que están preguntando por la historia. Esto era un tema tabú en las familias. Al desaparecer la gente, desaparece la memoria y hay que ir trasladándola», señaló Carmen Fernández.
Ese traslado de la historia, no obstante, no debe quedarse únicamente en el ámbito familiar, sino llegar también a toda la sociedad, algo que se consigue «con cultura y con educación». De ello dio cuenta José Luis Montes concejal de Cultura y Educación de Corvera quien señala que «la ley de memoria democrática se asienta en tres patas: Reconocimiento de la verdad, la justicia y la recuperación. Lo más importante es buscar garantías de que esto no va a ocurrir más veces. En Corvera luchamos contra eso a través de más educación, más cultura y más memoria». La jornada se cerró con una mesa redonda en la que se abordó el tratamiento de la memoria democrática en varios ámbitos.
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