Desescalada | «En esta crisis las enfermeras han demostrado ser muy buenas gestoras»

Enfermera vocacional y especialista en pediatría, Belén García (Oviedo, 12 de febrero de 1970) lleva poco más de un año al frente del Sindicato de Enfermería (Satse) en Asturias con un nuevo equipo que lucha por mejorar las condiciones laborales del colectivo y su reconocimiento.

-Se celebra el Día Internacional de la Enfermera en un momento en que el colectivo ha cobrado mayor relevancia, si cabe, por su papel en la lucha contra la pandemia.

-Siempre he estado muy orgullosa de mi profesión y ahora, aún más. En esta crisis, la enfermería ha demostrado la eficacia de sus cuidados, la dedicación por los pacientes, la importancia de su labor asistencial y su capacidad de liderazgo.

-¿Han sido piezas clave?

-Es verdad que la sociedad, cuando nos conoce, nos valora, pero en muchos aspectos eramos casi invisibles. Sin menospreciar a ningún otro colectivo, diría que hemos sido las protagonistas de este reto. En Asturias se han reforzado con enfermeras los centros sociosanitarios, los servicios de prevención de riesgos laborales, el centro coordinador de emergencias. Allí donde ha habido enfermeras gestionando, organizando, priorizando, reconvirtiendo circuitos... y en los sitios a los que les ha tocado ir de nuevas porque no había enfermeras, ha sido un éxito. Han demostrado lo que ya sabemos, que son muy buenas gestoras y buenas líderes.

-¿Sería deseable que se tuviera en cuenta para el futuro?

-Cuando acabe esta crisis hay que hacerse un replanteamiento del sistema de salud y del sistema sociosanitario, porque hemos visto que fallaban muchas cosas. Espero que en la vuelta a la normalidad construyamos un nuevo sistema en el que la enfermería esté mucho más presente.

-¿Esta crisis sanitaria evidencia un déficit de plantillas?

-Sí. Es algo que venimos tiempo denunciando. Está pendiente de debate en el Congreso de la Ley de Seguridad del Paciente, propuesta por nuestro sindicato y avalada por estudios científicos.

-Quieren que esa ley fije una ratio mínima de pacientes por enfermera. ¿Cuáles son las cifras actuales en Asturias?

-Si la media nacional es de 5,3 enfermeras por cada mil habitantes, aquí estamos en 5,92. Pero la ratio mínima que se considera segura es de casi nueve por cada mil habitantes. Para conseguir esa media, necesitaríamos casi 2.500 enfermeras más solo aquí en Asturias, 300 en Atención Primaria.

-Traslade esas ratios actuales a una planta de hospital...

-Varía mucho, pero sigue habiendo unidades donde hay más de veinte pacientes por enfermera y la ratio segura ahí es, como máximo, de ocho.

-¿Escaseaban enfermeras en la región ya antes de que estallara la pandemia del coronavirus?

-Sí, hacía años que no pasaba, pero ya llevamos dos o tres con problemas de cobertura, sobre todo en verano y navidades.

-¿Cómo se llegó a esa situación?

-Hubo años en que muchas se iban a trabajar fuera, a otras comunidades o al extranjero. También se están produciendo muchas jubilaciones y el número de profesionales que salen cada año de nuestra universidad es insuficiente para cubrir esas jubilaciones.

-¿De cuánto es el desfase?

-Se jubilan unas 250 personas al año y los nuevos titulados no llegan a 150. Hay un déficit de cien enfermeras, como mínimo.

-¿Se le está poniendo solución?

-A raíz de las denuncias y llamamientos que hemos hecho este año están viniendo enfermeras de otras comunidades. Sobre todo de Andalucía, donde el índice de paro es mayor que aquí. Hay otro problema, y es que la plantilla orgánica del Sespa es irreal. Es verdad que se aumentaron las plazas el año pasado, pero era gente que ya estaba dentro del sistema.

-¿Sigue habiendo 'fuga' de enfermeras? ¿Por qué?

-Sí, ya no se van como antes porque no haya trabajo sino porque les ofrecen mejores condiciones en comunidades cercanas como País Vasco o Cantabria. Y casi a diario nos llegan ofertas de trabajo para otros países, porque este es un colectivo muy valorado.

-¿Cuáles son los principales caballos de batalla del sindicato?

-El año pasado volvimos a la jornada de 35 horas, pero seguimos sin recuperar mucho de lo que perdimos con la crisis, como el 30% de las pagas extra, las ayudas sociales o la progresión de la carrera profesional, paralizada desde 2010 para los grados III y IV, el personal más antiguo. La Atención Continuada, las guardias en Atención Primaria y la turnicidad, nocturnidad y festivos en hospitales, está muy mal pagada. El precio de las noches y los festivos es irrisorio. Está sin revisar desde 2004. Si hay un momento para devolvernos todo lo que queda pendiente, será cuando termine esta crisis.

-Piden que el Sespa se persone como acusación particular en casos de agresiones. ¿Aumentan éstas en número y gravedad?

-Sí. Los profesionales más agredidos son los de enfermería. Entiendo que es porque somos un colectivo integrado aún en su mayoría por mujeres y porque es el profesional más directamente está contacto con el paciente y los familiares. Lo que se denuncia es solo la punta del iceberg. Queremos que los servicios de salud se personen como acusación particular porque muchos de los agredidos no denuncian y una de las causas es que te puedes ver inmerso en un proceso penal en el que te puedes sentir muy solo. Creemos que el respaldo de la empresa animaría a muchos más a denunciar.