«'Ferino' era un gran policía, muy comprometido; su pérdida ha sido terrible»

Se fue demasiado pronto, dejando rota de dolor a una familia que acababa de crecer y encaraba un futuro repleto de ilusiones. El repentino fallecimiento, con apenas 45 años, del policía Ceferino Fernández Ordiz dejó conmocionado a todo un concejo, el de San Martín del Rey Aurelio; a la Unidad de Intervención Policíal del Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo, a sus compañeros de la Peña Pachín y prácticamente a todo aquel que tuvo la suerte de conocerlo. Las crueles circunstancias actuales impedirán que él, que era una persona querida por muchos, tenga la despedida multitudinaria que merecía. Quedará siempre el recuerdo de su sonrisa, sus conversaciones amables y su cercanía.

Ceferino Fernández era un hombre sencillo, nacido en Santa Bárbara y educado en el colegio El Parque, de Blimea. En él, pronto se despertó una gran vocación por el servicio público. Ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía y formaba parte de la Unidad de Intervención Policial de Oviedo, donde destacó no solo por su compromiso con la profesión, sino también por su compañerismo. «Era un gran policía, su pérdida ha sido terrible para quienes compartimos vivencias con él», reconocían, apesadumbrados, sus colegas de la UIP, que celebrarán mañana, a las 12 horas, un sencillo homenaje en la plaza del cuartel de Buenavista. Personificaba algo que se valora en cualquier compañero y que cobra un significado especial en el Cuerpo Nacional de Policía: «Siempre estaba ahí cuando se le necesitaba».

Hace dos semanas nació quien más le necesitaría, su primera hija. Un infarto inesperado que le arrebató la vida mientras dormía impedirá que 'Ferino' cumpla con su diligencia habitual esta última misión, la más ilusionante: ser padre.