El Mumi afronta la captación de más visitantes con un presupuesto de 365.700 euros

El equipamiento minero, ubicado en la localidad samartiniega de El Entrego, afronta el 2021 sin endeudamiento del ejercicio anterior, lo que posibilita que pueda contar con un presupuesto de 365.714 euros. Unas cuentas en las que un 23% corresponde a la subvención que aporta el Principado de Asturias (85.714 euros) y que en los últimos años ha ido en disminución. A estos se suman otros 48.000 euros que aportan, a partes iguales, las empresas patronas del museo, Bayer, Hunosa, Orovalle y Maxam.

Respecto a los visitantes, entre entradas, ventas en la tienda y la máquina de autoservicio, contribuyen con 150.000 euros a las cuentas del museo, que responde al 41,5% aproximadamente de su presupuesto anual. Esto permite al equipamiento contar con una solvencia económica aceptable para sus patronos, que dieron luz verde a las cuentas.

Precisamente todos los esfuerzos del museo se centran en recuperar visitantes, a pesar de las actuales restricciones sanitarias. Así, se busca aumentar las visitas respecto a 2020, cuando las mismas bajaron en torno a un 71,9% respecto a los números anteriores. Y es que fueron 17.173 las personas que acudieron a estas instalaciones, mayoritariamente procedentes del turismo nacional. Llegan hasta el equipamiento de manera individual sin concertar la visita y muchos tiene referencias del museo por amigos o familiares.

Un turismo en el que el Mumi pone sus expectativas para el presente ejercicio y que en la jornada de ayer ya se podía palpar en las instalaciones, con una alta afluencia. Como la familia Vázquez, que acudía desde Granada para conocer «una mina, porque tentemos familiares que trabajaron por esta zona y teníamos ganas de conocerla», comentaba el padre, Armando Vázquez.

El turismo asturiano también cobra importancia en el equipamiento, ya que se acerca a un 24% del total. Ayer Ignacio Martínez inspeccionaba algunas de las máquinas con las que «ha podido trabajar mi suegro. Siempre nos contaba historias de la mina y ahora nos decidimos venir a ver el museo». Martínez llegaba junto a su mujer y uno de sus hijos pequeños desde Gijón.