«Esta solución para sacar el tráfico de Moreda se pudo aplicar ya en enero»

El temporal del pasado enero y la crecida del río Aller se llevo parte del talud y de la calzada de la carretera regional AS-112 entre Ujo y el Puerto de San Isidro a la altura de Moreda. ¿La solución de entonces? Dejar el único carril para mantener el tráfico en sentido Cabañaquinta; la circulación descendente se vio obligada a meterse por el centro urbano de la localidad. Hasta ayer; la Consejería de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático -a petición del equipo de gobierno local- ha modificado esta situación con una solución sencilla: desviar a los vehículos por la rotonda elevada y dejar el carril para los que se dirigen a Ujo. De esta forma no hay que entrar a Moreda. Vecinos y usuarios, si bien aplauden la medida, se quejan de que «se podría haber adoptado desde el primer día de la restricción, hace meses».

El Consejo de Gobierno del pasado 26 de septiembre autorizaba el gasto y la contratación, mediante tramitación urgente y procedimiento abierto, de las obras de estabilización del talud afectado por la riada, que se encuentra entre los puntos kilométricos 6,510 y 6,670 de la carretera AS-112. El coste estimado de la reparación asciende a 503.392 euros, de los que 10.000 se consignarán este año y 493.392, en 2020.

El desprendimiento se produjo por el temporal y las inundaciones del finales de enero. Las aguas del río Aller socavaron el terraplén en las proximidades del segundo acceso a la localidad de Moreda, por lo que resultó afectada la plataforma de la carretera en su margen izquierda. Se calcula que son unos 15.000 vehículos los que transitan cada día por esta calzada; la solución planteada por el Ayuntamiento de Aller quiere servir para aliviar el volumen de circulación que se verá incrementado este fin de semana por la fiesta de Los Humanitarios de San Martín y con el inicio de la temporada de esquí. Y es que esta calzada es la principal vía de comunicación con las estaciones de Fuentes de Invierno y San Isidro, la segunda ya en la provincia de León.

La obra en sí, como la califica el Principado, es de tramitación urgente, pero no de emergencia, lo que había posibilitado la reparación del talud y la restitución del calzada casi de manera inmediata. Eso es lo que ocurrió con otro desprendimiento, en las mismas fechas, pero en el corredor del Nalón, la carretera regional AS-117.

No es la primera vez que esta carretera sufre incidencias de este tipo. En febrero de 2013, también por las intensas lluvias, un argayo cayó sobre la calzada a la altura de Corigos. Al mes y medio se reabrió la circulación tras invertir el Principado unos 300.000 euros.