Barbón a Sánchez: «El vial de Jove en superficie no nos vale»

La reunión de esta tarde en Madrid entre Pedro Sánchez y Barbón, la primera entre ambos en Moncloa tras las elecciones del pasado año, sirvió para que el presidente del Gobierno conociera de primera mano las prioridades y asuntos estratégicos del Principado para los próximos años. Fue una reunión que se enmarca dentro de la ronda de contactos que el jefe del Ejecutivo central ha iniciado con los presidentes autonómicos para conocer, además, su posición respecto a la financiación autonómica, que está siendo el eje central del debate político tras el acuerdo entre el PSOE y ERC para que Cataluña disponga de una financiación singular.

Y de financiación también hablaron Barbón —el primer presidente socialista que pasa por Moncloa en esta ronda de contactos— y Sánchez. El primero para dejar clara la posición de Asturias, que pasa por los acuerdos suscritos en 2020 por los partidos asturianos, salvo Vox, y que defiende un modelo de financiación que asegure la prestación de servicios en igualdad de condiciones, independientemente de dónde vivan los ciudadanos. El jefe del Ejecutivo central garantizó que si se afronta un nuevo sistema será para dotar a todas las comunidades de más recursos financieros para garantizar la prestación de servicios de calidad. ¿Qué modelo plantea el Gobierno? ¿Habrá un cupo catalán similar al vasco? Nada salió en claro de la reunión de ayer, entre otras cosas porque el Ejecutivo central «no ha presentado su propuesta», aclaró Barbón.

Sí se hablaron de otros asuntos que para el presidente del Principado son de gran importancia para Asturias. Adrián Barbón acudió a la Moncloa con un documento de trabajo que pilota sobre cinco ejes —financiación autonómica, infraestructuras, industria, vivienda y medio rural— con la «visión estratégica de los próximos tres años». De todos ellos, y al margen de la financiación, industria e infraestructuras fueron los que más centraron la conversación.

Las dudas sobre el futuro de Arcelor en Asturias están encima de la mesa, por la indecisión de la empresa siderúrgica para afrontar su ambicioso plan de descarbonización en sus plantas de la región, que contemplan inversiones por una cuantía de más de mil millones y para las que el Gobierno ya ha reservado 450 millones en ayudas con cargo al PERTE de descarbonización. El presidente del Gobierno, según trasladó el del Principado en su posterior comparecencia ante los periodistas, quiso lanzar una mensaje calma a los asturianos. Según dijo Barbón, Pedro Sánchez se comprometió a «garantizar la siderurgia integral» en la región. ¿Y de qué forma lo garantiza? Obviamente pasa, primero, porque Arcelor desarrolle su proyecto de descarbonización. Pero, no obstante, y como ya dijera hace unas semanas el ministro de Industria, Jordi Hereu, la puerta no se cierra a que sen empresas diferentes a Arcelor las que garanticen el desarrollo de todo el ciclo siderúrgico integral en la región. «No se puede cerrar esa puerta de trabajo», dijo Barbón. ¿Pero a qué puertas se refiere, a nuevos contactos con la dirección de Arcelor para el desarrollo del proyecto o con potenciales empresas que se se asienten en Asturias? Aquí fue más enimático el presidente del Principado. «Debemos trabajar con discreción», dijo.

Las políticas en materia de industria son una prioridad para el Gobierno de España, como así le trasladó Sánchez a Barbón. El presidente del Ejecutivo central se mostró «muy receptivo» en su su posición de «ir al ataque, en que Europa disponga de una estrategía de reindustrialización «potente y activa». Y en este sentido, atendiendo además una de las demandas que Arcelor viene pidiendo, está el de rebajar los costes energéticos. Aquí, Sánchez dejó entrever en su reunión con el presidente del Principado la posibilidad de aumentar las compensaciones por derechos de emisión de CO2 como una fórmula para compensar los elevados gastos energéticos.

En materia de infraestructuras, fueron dos asuntos los que centraron la conversación entre ambos presidentes. Por un lado, el vial de Jove; por otro, el peaje del Huerna. Respecto al primero, la reunión se produce pocas semanas después que EL COMERCIO detallara las alternativas que maneja el Ministerio de Transportes para el nuevo proyecto -una vez descartado el del soterramiento-, contemplando exclusivamente un trazado en superficie. Se trata de una propuesta que no cuenta con el respaldo vecinal ni del Ayuntamiento de Gijón. Y tampoco del Gobierno regional. «El vial de Jove en superficie no nos vale», le trasladó Barbón. O lo que es el mismo, el Principado se posiciona al lado del equipo de gobierno que preside Carmen Moriyón y de los vecinos de La Calzada y la zona oeste de Gijón. «Lo que hacemos es recoger el sentir de los ciudadanos de Gijón», recalcó el presidente asturiano. Es más, también le dijo a Sánchez que la solución para este asunto «debe ser a corto plazo, no podemos permitirnos dar solución al tráfico en estas zonas dentro de 25 años», dijo Barbón, quien afirmó que Sánchez fue «receptivo» a esta petición. «Espero que el ministerio acepte la posición de Asturias», dijo Barbón, en alusión a la reunión que el próximo jueves mantendrán el Principado y el Ayuntamiento de Gijón con el Ministerio de Transportes y al que, también, ha sido invitada la delegada del Gobierno, Adriana Lastra.

Respecto al pejae del Huerna, el presidente del Principado también trasladó que la posición de Asturias no es otra que la supresión del mismo. Ese es el objetivo nuclear del Ejecutivo regional «y, entre tanto, incrementar las bonificaciones» para los usuarios de la AP-66, la principal de vía de salida de Asturias hacia León y Madrid.

Además de estos asuntos, la reunión también sirvió para que Pedro Sánchez tomara nota de las demandas que desde Asturias se trasladan en materia de vivienda. En sentido, Barbón comentó que en la próxima Conferencia de Presidentes, que tendrá lugar en Cantabria en diciembre, será precisamente la vivienda el eje central de la misma. Barbón también aprovechó para trasladarle al presidente del Gobierno dos proyectos sobre los que, dijo, Sánchez «tenía mucho interés» en conocer. Por un lado, la tarjeta Conecta, esa especie de tarifa plana de 30 euros para el uso de todo el transporte público de la región, y la puesta en marcha de la red pública y gratuita de las escuelas de 0 a 3 años, las llamadas Les Escuelines.

También le trasladó Barbón la necesidad de impulsar, con ámbito nacional, un gran pacto de Estado en materia de medio rural y reto demográfico.